En la recta final del torneo, pero sobre todo de la temporada, Central sigue haciendo de las suyas en condición de local y a esta altura los parámetros de la campaña del equipo de Miguel Angel Russo están lo suficientemente claros como para realizar cualquier afirmación que no apunte hacia el sustento de la localía. Es que cuando parecía que en ese aspecto también comenzaba a flaquear, llegó una arremetida, en un momento clave. Fue después del partido en Santa Fe, donde perdió con Colón. “Una chance gigante para crecer”, tituló Ovación un par de días después de esa derrota en la capital provincial, en clara alusión que lo que se le venía al canalla eran cuatro de los próximos partidos en el Gigante de Arroyito. Hoy los números hablan por sí solos y si Central se puso nuevamente en carrera en la Copa de la Liga y afirmó sus aspiraciones respecto a copas internacionales fue justamente por esos 7 de 9 (empate ante Independiente y triunfos frente a Newell’s y Huracán) que sacó en su estadio.
Desde que inició la temporada que Central dejó en claro que todo lo que no podía hacer en condición de visitante lo compensaba con una producción muchísimo más fructífera jugando como local. Y hubo momentos a lo largo del año en lo que tuvo que demostrarlo.
Ese encuentro ante Colón fue uno de ellos. Porque tras ese traspié el equipo de Russo quedó en el puesto 11 en la zona A y en el último escalón en la clasificación a la Copa Sudamericana. Por eso lo que se le venía era crucial. Zafó raspando contra Independiente, pero le metió superávit en el clásico ante Newell’s y frente a Huracán. Le queda Vélez.
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Después de Colón, Central recibió a Independiente y debió conformarse con un empate en el Gigante.
Leonardo Vincenti / La Capital
No era menor para Central saber que cuatro de esos cinco partidos los iba a tener en el Gigante y que para mantenerse en la pelea no podía permitirse apartarse de ese comportamiento de localía fuerte. Hasta aquí viene obrando de acuerdo a las urgencias y las obligaciones.
En su primer intento el rédito no fue el esperado, porque lo de Independiente no le salió de acuerdo a lo imaginado. Es más, a la larga y por la forma en la que se dio el partido, el punto terminó siendo un buen negocio.
Se podía esperar más del canalla en el próximo partido, pero flaqueó de visitante, como tantas otras veces a lo largo del año. Y ahí sí, la segunda parte de esa seguidilla de partidos de local de los que debía valerse.
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Tras convertir de tiro libre, Malcorra celebra junto a O'Connor. Ese día Central aprovechó ciento por ciento la localía.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
La estación “clásico” fue extremadamente positiva por todo lo que representa ganarlo, donde los nervios generalmente suelen jugar una mala pasada. Es cierto, a los tres puntos llegó producto de una jugada aislada y por esa formidable pegada de Ignacio Malcorra, pero de a poco el canalla comenzaba a sacar provecho de esa maratón de partidos en el Gigante de Arroyito.
Y con el ánimo en alza y las pulsaciones todavía en ebullición, fue por ese otro peldaño: Huracán. Otra vez falta de fútbol y un rendimiento apenas discreto, pero, de nuevo, un resultado que permitió que todo Arroyito festejara. Allí por una sutileza de Jaminton Campaz, el jugador más importante de la ofensiva canalla.
Desde ese momento la cosa empezó a tener otro color, tras haber enderezado bastante el rumbo, habiendo dado un paso importante respecto a los primeros cuatro de la zona A, pero sobre todo subiendo un par de escalones en la clasificación a copas internacionales.
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Ante Huracán, el canalla volvió a hacerse fuerte en su estadio, en el tercer partido de esa seguidilla de cinco encuentros como local.
Leonardo Vincenti / La Capital
Así, cuando después de aquel partido contra Colón se hizo la lectura sobre que Central estaba frente a “una chance gigante de crecer” fue porque había un contexto especial, con un pasado a partir del cual creer que el equipo de Russo podía recuperar terreno.
Pero esa seguidilla no terminó y lo que le queda al canalla es el cuarto de esos cinco partidos en condición de local, el tercero de manera consecutiva. Lo que haga frente a Vélez determinará qué tipo de aprovechamiento hubo de esa situación. Hasta aquí fueron 7 de 9, pero si logra que sean 10 de 12 el salto habrá sido muy bien aprovechado.