Central arrancará la Liga Profesional con menos material que en el torneo pasado. No hay otra forma de observar la realidad después de lo que fue la depuración del plantel que realizó el entrenador Leandro Somoza y de la falta de refuerzos a días de que se inicie la nueva competencia. El equipo hoy es prácticamente el mismo que el que terminó jugando (ante Sol de Mayo por Copa Argentina), pero desde las opciones de recambio, el material con el que cuenta el técnico canalla está por debajo de aquello. ¿Qué se necesita para que esta ecuación se revierta? Que las caras nuevas comiencen a aparecer y que de esta forma Somoza tenga el material suficiente para generar una competencia interna que lleve a los protagonistas a superarse día a día.
El contexto le juega en contra a todos los equipos y Central en este caso no es la excepción a la regla. Es que la competencia finalizó hace unos pocos días y ya es tiempo de salir nuevamente a la cancha, por lo que no hubo demasiado tiempo como para que las dirigencias pudieran concretar la llegada de refuerzos. No obstante, en Arroyito se presenta una situación particular, que tiene que ver con las bajas que se produjeron de un torneo a otro.
Sin dudas la baja más significativa es la de Marco Ruben, porque con él Central no sólo perdió un hombre importante dentro del grupo, sino que ya no tendrá a un referente dentro de la cancha, con una capacidad goleadora que mantenía intacta.
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Vecchio dejó de ser jugador de Central. Fue uno de los seis futbolistas a los que Somoza les bajó el pulgar.
Héctor Rio / La Capital
Ahora bien, en el final del semestre pasado Somoza armó una lista de jugadores prescindibles, que no fueron pocos por cierto. Ese listado incluyó a seis futbolistas que no venían siendo titular con el actual entrenador, pero que al menos podían significar una rueda de auxilio. Pero ya no están.
Ricardo Garay y Martín Rabuñal no tuvieron cabida con Somoza, ya que casi nunca formaron parte del banco de suplentes. En esos dos casos puntuales Central no extrañará sus ausencias, pero hay otros futbolistas que, mientras los refuerzos no lleguen, podrían ser alternativas y ya no están.
La referencia, por supuesto, corre para Emiliano Vecchio, Milton Caraglio y Michael Covea. En menor medida para Javier Báez, que fue otro de los borrados por Somoza. Vecchio podría ser tranquilamente una variante de recambio, lo mismo que Caraglio y el venezolano Covea, pero el técnico entendió que aptitud futbolísticas no estaban a la altura de sus pretensiones.
Está claro que la visión y el análisis futbolístico de Somoza va mucho más allá en el tiempo y que apunta exclusivamente al inicio del torneo, pero es justamente en estas primeras fechas donde quedará expuesto ese nuevo escenario, en el que Central se mostrará diezmado desde los nombres.
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Milton Caraglio es otro de los que tuvo que dejar Central por decisión del entrenador.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Es más, hay algo que no tienen absolutamente nada que ver con la depuración que hizo Somoza, pero que también condicionará el potencial canalla. Se trata del viaje de los juveniles Gino Infantino y Facundo Buonanotte al torneo Esperanzas de Toulon. Ni siquiera ellos, habituales suplentes en este nuevo ciclo, podrán dar el presente en el arranque del torneo. Fue muy mala noticia para el jugador, pero en cierta forma algo bueno para Somoza el hecho de que Mateo Tanlongo no pudiera viajar a Francia porque en los días previos se contagió de Covid. Toto es de los juveniles de la Sub 20 el que mejor considerado está por el técnico, al menos el que más rodaje tuvo.
Lo que le ocurre a Central le pasa a la enorme mayoría de los clubes argentinos, pero muchos de ellos no sentirán que están con las mismas obligaciones del canalla, por la sencilla razón de que este Central primero del Kily y después de Somoza dejó mucho que desear, saliendo último en su zona y clasificando en copa Argentina abrazado más a la suerte que a la solvencia futbolística.
El correr de los días irá determinando la labor de la dirigencia en esto de conseguir los refuerzos pretendidos por el entrenador, pero la realidad marca que Central iniciará el torneo con menos potencial que el semestre anterior. Lo hará con la misma base y, casi seguro, el equipo que terminó jugando, pero con varias alternativas menos a la hora del recambio.