Bancario es un club familiar, reconocido, entre otras cosas, por ser uno de los lugares más lindos de la costa rosarina. En su sede central de Colombres 1610, tiene 28.000 metros cuadrados donde sus socios disfrutan con comodidad de la práctica de distintos deportes y también encuentran allí un lugar de recreación y esparcimiento. Y en la cuenta regresiva a su centenario, la institución presidida por Carlos Farías, agregó un nuevo predio en Ybarlucea que se suma al ya existente en Granadero Baigorria. Se trata de seis hectáreas destinadas también a actividades deportivas, recreativas y sociales, inaugurando en esta primera parte una cancha de hockey sobre césped.
“Como ya no teníamos más espacio en nuestra sede tuvimos que salir a buscar nuevos horizontes, alguna alternativa que nos permita poder desarrollar sobre todo los deportes de campo, tanto el hockey como el fútbol y agrandar también lo que es el sector de tenis que lo tenemos muy limitado en la sede central”, destacó Farías al hablar del nuevo predio.
“La idea es meterle, como valor agregado, una cancha de rugby. Es la primera vez que vamos a incursionar en ese deporte, pero eso es algo a futuro. Lo vamos a empezar a desarrollar recién el año que viene o en 2025. No tenemos apuro, la idea es probar y ver la aceptación que tenemos dentro de nuestra masa societaria”, prosiguió el dirigente.
“Arrancamos con este proyecto hace más de diez años, tratando de negociar el espacio con el Grupo Fantín en lo que a futuro iba a ser una serie de barrios privados, cuya urbanización se iba a desarrollar enfrente de lo que es La Rinconada, lo que hoy es más conocido como Cinco Lagos. Desde que llegamos a un acuerdo, las exigencias para la cesión de suelos las hemos cumplido en todas las obras que se están desarrollando en el lugar”, completó Farías.
Con la inauguración de la cancha de hockey, Bancario dio un gran paso para que todo el hockey de la institución se traslade hacia la vecina ciudad y con ello se puedan descomprimir los horarios. “Pensamos que el año que viene, las chicas de hockey ya van a competir en Ybarlucea, y el fútbol juvenil y parte de los equipos que juegan en la Rosarina, podrá usar el lugar para entrenar”, contó.
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Fiesta. Las chicas de hockey serán las primeras en utilizar el flamante predio.
Un crecimiento constante
Repasando la historia del club, Bancario se fundó el 17 de junio de 1932 por iniciativa de un grupo de empleados de bancos que querían reunirse y tener un lugar para compartir. Su primera sede la tuvo en Rondeau 2932, pero al poco tiempo, gracias a la gestión de los visionarios dirigentes de esa época, cambiaron de casa. Banco Nación le compró los terrenos sobre el bulevar y la gente de Bancario se mudó, en 1940, a la avenida Colombres, en lo que por ese entonces era la Isla de los Bañistas (que arrancaba en la bajada Puccio y terminaba en el Yacht Club) por lo que, con escritura propia, el club está asentado sobre su propiedad, no sobre terrenos municipales.
Desde entonces el club fue creciendo poco a poco con su desarrollo institucional. La mayoría de las grandes obras se hicieron en los años sesenta, pero “el club explotó con todo en los últimos doce años, cuando le dimos una prioridad absoluta al deporte. Eso nos trajo chicos, y ellos a sus padres, sus abuelos. Nos potenció bastante, social y deportivamente hablando. La ecuación salió perfecta”, enfatizó Farías, quien agregó que “eso lo vamos acompañando con infraestructura, por eso el vóley tiene parquet flotante, el hockey césped sintético y el baby también, por ejemplo. En eso no te podés quedar atrás”.
Es importante destacar que aparte de la función social, el club tiene una fuerte inclinación deportiva. Para las distintas prácticas, el club ofrece espacios para el desarrollo de disciplinas como patín, vóley, tenis criollo, tenis inglés, paddle, bochas, vóley de playa y tenis de playa, actividad ésta que creció en demanda al punto que pondrán una cancha más a pedido de los socios.
Al referirse a la masa societaria, Farías destacó: “Tenemos alrededor de 1.600 socios activos, más los menores de seis años que no pagan y los vitalicios, que son un número significativo. Estamos, en total, en unos 2500 socios. Nos hemos esforzado mucho para ganarle terreno al río y agrandamos el club casi en un 40% de lo que era. El socio está cómodo, tiene mucho espacio para moverse. Hemos logrado una amplitud muy grande, porque la gente no busca los amontonamientos. Después de la pandemia todo mutó. Ya la gente no busca los amontonamientos sino algo más relajado”, confió el directivo, quien enumeró que en sus instalaciones hay quinchos con heladeras y freezers, parrilleros, grandes espacios verdes, dos solárium, pileta y playa propia, entre otras comodidades.
Finalmente, Farías se refirió a la situación general de la institución: “Hoy el club se encuentra en una buena situación, muy asentado social y económicamente, habiendo superado una etapa dificilísima como el cisne negro de la pandemia. Eso nos sirvió mucho como experiencia, de ver cómo desarrollar las distintas actividades, con un problema como fue el de tener tantos meses de ausencia de los socios, mantener el personal y seguir adelante. Y lo hicimos gracias a los socios que entendieron que tenían que seguir pagando la cuota para que los empleados que los atienden todo el año puedan recibir su sueldo sin ningún tipo de recorte”.