De todas las formas que Argentina puede quedar eliminado en el clásico ante Brasil la de anoche en Belo Horizonte fue la más digna. Porque realmente los muchachos de Lionel Scaloni tuvieron un corazón enorme, lograron atemorizar al scratch, se le plantaron de igual a igual al gran candidato a ganar la Copa América, se hicieron cargo de la pelota en una geografía hostil y dejaron la piel hasta el pitazo final. Es cierto que siempre duele la derrota y más si enfrente está la camiseta archirrival, pero no todos los resultados adversos tienen el mismo sabor y el de ayer si bien fue muy amargo al menos fue digerible por la entrega conmovedora de Lionel Messi y compañía. En cuanto al saldo final del torneo hay que decir que la selección fue de menor a mayor, que anoche mereció largamente mucho más que el duro 0-2 adverso, pero también es real que en líneas generales todavía esta lejos de ser un equipo confiable y hay mucho trabajo por delante. Además habrá que ver si la AFA le renueva la confianza al DT Lionel Scaloni para pilotear la compleja misión de afrontar el año que viene las durísimas eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. Y no hay que dejar pasar que Lionel Messi jugó un partido de mucho sacrificio, pero volvió a quedarse con la chance atragantada de alzar una título con la selección mayor, con la caída en la semifinal. La vida de la selección continúa.
Argentina ayer salió desde el minuto inicial a plantarse en el centro de ring y en grandes pasajes del partido manejó la pelota en campo rival. Es cierto que en el primer tiempo en la primera que aceleró el scratch la mandó a guardar y fue un golpe grande a las aspiraciones de avanzar a la final. Hubo dos tiros en los palos a favor de la albiceleste que tuvieron perfume de empate, uno en la etapa inicial mediante un cabezazo de Agüero que abolló el travesaño. Y otro en el complemento por intermedio del propio Messi, que remató al primer palo y la pelota dio en el vertical derecho del desesperado Alisson.
Lamentablemente a Argentina no se le dio la chance de marcar cuando logró meter contra su arco a Brasil que en varios pasajes lució timorato, atado por lo que era un dominio albiceleste. El fantasma de perder el clásico ante su gente paralizó a Brasil. Ese desparpajo y carácter para jugar fue el gran mérito de Argentina, que lamentablemente no ligó nada, no pudo embocarle al arco de Alisson y eso lo privó de cambiar la historia. En una contra en el final el scratch le puso la lápida al partido tras una trepada a pura potencia de Gabriel Jesús que coronó gol Firmino. Fue mucho castigo para un equipo argentino que jugó un gran partido desde la entrega y la ambición de ir al frente, aunque atrás no entregó las mejores garantías.
Un párrafo aparte merece el flojísimo arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, que en dos jugadas en el área brasileña ante Agüero y Otamendi hizo la vista gorda ante presuntas infracciones y no recurrió al VAR. De hecho, imágenes que trascendieron después muestran que Alves le cometió penal a Agüero, lo que hubiera significado también la expulsión del capitán brasileño.
Tras estar en las últimas dos finales de América, Argentina ayer se bajó de ese partido decisivo y ahora deberá consolarse a jugar el sábado por el tercer puesto. Más allá de eso la gran pregunta está en la continuidad o no de Scaloni al frente del equipo. En saber cómo seguirá el proceso de gran recambio de jugadores que se instaló en el fútbol argentino.
El VAR obvió un claro penal al Kun Agüero
Si alguien esperaba que el VAR tuviera protagonismo en la semifinal de anoche, se equivocó. Hubo al menos un par de acciones muy polémicas en el área brasileña a favor de Argentina, que como mínimo ameritaron ser revisadas por la tecnología, algo que inexplicablemente no ocurrió. La primera fue por una clara infracción de Dani Alves sobre Agüero, desde donde nació la contra que terminó con el segundo gol de Brasil. Allí Roddy Zambrano no tuvo comunicación con el uruguayo Leodán González, a cargo del videoarbitraje. La segunda: en un córner Otamendi agredió el área y Arthur se plantó con cuerpo y brazo. Argentina reclamó penal, pero el ecuatoriano dejó seguir. Un pésimo arbitraje.
Ahora son 26 años sin títulos
Argentina perdió y ahora son 26 años sin títulos. La última vez que levantó uno fue en la Copa América 1993. La revancha será en 2020, en la Copa que se jugará en Argentina y Colombia.
Derrota seguida en el Mineirao
La de anoche fue la segunda derrota consecutiva de Argentina ante Brasil en el Mineirao. En noviembre de 2016 la selección que dirigía el Patón Bauza cayó 3-0 por las eliminatorias al mundial de Rusia 2018.