Miguel Antonio Claparols cumplió el pasado 7 de julio 99 años, es el socio
número uno de Boca y todavía, cada vez que “su” equipo juega como local, va en
colectivo, solo, desde su domicilio de Blanco Encalada al 2500, corazón de Belgrano,
hasta La Bombonera.
- Es un viejo loco-, rezonga su hija María Marta.
- Loco sí, pero viejo no-, es su réplica instantánea.
Prodigio de lucidez y vitalidad (hubo que esperarlo unos minutos porque
había bajado a comprar el diario), habla con la misma autoridad de Américo Tesoriere que de
Juan Román Riquelme, de Martín Palermo que de Roberto Cherro... íLos vio a todos!
“Primero escuchaba los comentarios -cuenta-. No me acuerdo si cuando
yo era chiquito había o no había radio. Si había, en el barrio mío no existía. Mi padre
compraba el diario La Prensa. Yo me basaba en La Prensa y había muchos equipos. Empecé a leer
de Sportivo Barracas y después me interesó Boca porque había unos jugadores
excepcionales”.
Fundador de una familia que se prolongó en dos hijas, cinco nietos y cinco
bisnietos, es hijo de madre genovesa, es decir, “xeneize” de pura cepa que luego
de algunos años de seguir a Boca, se hizo socio en 1932.
“Recuerdo a Tesoriere, (Ludovico) Bidoglio, (Ramón) Mutis, (Segundo)
Medici... Ellos estuvieron en la excursión que hizo Boca por Europa en el año 25. Tesoriere
iba con un enanito, no sé si un sobrinito, que se ponía atrás de él, al lado del arco, y
que temblaba cuando le hacían un gol a Tesoriere. Me acuerdo de eso como si fuera ahora
pero, ¿cuántos años hace, señor?”
Más de ochenta, don Miguel, más de ochenta. ¿Cuánta gente quedará que
pueda haber visto al legendario “Pepino, el Camorrista”, mascota personal del
primer gran arquero del fútbol argentino que lo seguía a todas partes?
“Yo vivía donde nací, en Donato Alvarez 3183, Villa Urquiza -sigue
contando-. Me acuerdo de Cherro, de (Francisco) Varallo, de Mario Evaristo... Eran dos
hermanos, Juan y Mario Evaristo. Cherro me gustaba, porque era empezar el segundo tiempo y
era un aluvión, nadie lo aguantaba. Terminaba el primer tiempo y era un match (sic)
tranquilo. Empezaba el segundo y era un aluvión impresionante, daba lástima mirar al equipo
contrario porque era un arrasamiento completo”.
De la charla con DyN en el departamento de Belgrano participan, además de
su hija María Marta, su nieta Verónica, gestora del encuentro, y su bisnieto Valentín, un
francesito de 7 años, inquieto, parlanchín, políglota, simpatiquísimo pero... hincha de
River, porque así viene siendo al album familiar desde el fondo de la historia...
“Mi hermano era de River y yo era de Boca”.
- ¿Cuál es el partido que más recuerda, don Miguel?
- Cuando debutó (Ernesto) Lazzatti (N. de la R: 8 de abril de 1934, Boca
3-Chacarita 2). Fue un espectáculo impresionante. Lazzatti era un número cinco que hizo de
Boca, verdaderamente, un equipo excepcional.
El próximo 10 de agosto, ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy, seguramente se
lo verá firme en su platea número 95, fila 21, del sector bajo que da a las vías.
“(Alberto) Armando me la dio. Tengo la mejor ubicación de jubilado, bajo techo. Estoy
amparado del agua, el viento, el sol, todo”.
Las paredes de su departamento se adornan, entre otras cosas, con un
medallón que el club le entregó, tiene una camiseta con el logo del “Xentenario”
autografiada (“perdí una y me dieron otra. Tendría que haber dicho que también la
perdí, porque había uno que quería comprármela”), entre sus mejores recuerdos de los
últimos años se cuentan la visita de Mauricio Macri y de Antonio Roma y, por supuesto,
no podía faltar el contacto con Diego Maradona.
- Estuve invitado en el primer programa, en el Canal 13. Incluso mi nieta
Verónica se ganó una rifa (un reproductor de DVD).
Comenzó siendo empleado de comercio hasta que pudo independizarse para
poner una marmolería en la calle Warnes antes de acogerse a la merecida jubilación que
disfruta sin padecimientos. No podrá negarse que es un hombre de suerte pero tampoco que
supo ayudarla.
- ¿Y hasta cuándo piensa seguir yendo a ver a Boca, don Miguel?
- Mientras tenga vista, mientras tenga ánimo para viajar...