Uno de los tantos jugadores que dejaron su marca en el mundo Newell's es Germán Ré, un leproso que transitó todas las divisiones inferiores hasta cumplir el sueño de llegar a primera y hasta salir campeón. El Colo quedó en el recuerdo y el grito de "huevo, huevo" por su entrega se instaló en su memoria. A tal punto que en su retiro del fútbol se dedicó de lleno, paradójicamente, a vender huevos. "Queda claro que el «ponga huevo» lo escuché y quedé traumado, ja", ironizó el Colo, quien se retiró del profesionalismo pero aún sigue metiendo pierna fuerte con la camiseta de Unión de Totoras, en la Liga Totorense.
El Colo cuenta que vive una vida relajada, tranquila y disfruta a pleno de su nueva actividad que inició en 2015. A los 40 años sigue abrazado al fútbol, pero ya sin tantas presiones como el profesional, aunque con la responsabilidad que significa jugar en el "campo". "El año pasado perdimos la final y no sabía si seguir, pero hay un gran grupo, disfruto a pleno y la gente del club es increíble", sostuvo Ré en diálogo con La Capital.
Por supuesto que la pasión por la pelota está ligada a otra que lo mantiene contento. Y tiene que ver con el emprendimiento avícola que lleva adelante en Totoras. "En la actualidad hago repartos de huevos, me voy al campo y estamos todo el día con las gallinas. Mimándolas para que pongan huevos, ja", expresó el defensor, un tipo que supo ganarse el afecto de la gente y el respeto de todos por su bajo perfil y alejado de las polémicas.
"Tengo siete mil gallinas. No es difícil el trabajo, me distraigo... Me ayudó mucho en la pandemia y para afrontar el retiro del fútbol. Estoy en el campo y me entretengo porque siempre hay algo para hacer", abundó.
¿Cómo surgió la idea de meterse en esta actividad? "Tenía un amigo que jugaba en Newell's y que no llegó a jugar en primera, pero siempre nos mantuvimos en contacto. Había buena relación y me habló del negocio. Me gustó y me metí", contó sobre la tarea que lleva adelante para transitar su vida cotidiana y tener otro trabajo para sostener a la familia.
Como toda actividad tiene sus vaivenes y el Colo aceptó que "es redituable", aunque señaló que "en los últimos años no la pasamos muy bien".
El aumento del precio de los huevos impactó hace algunas semanas, pero el Colo empresario y conocedor de la materia opinó que "esperábamos que sucediera antes. Todo fue de golpe y eso sorprendió a la gente".
En todo momento Ré no dejó de insistir en que lo que hace "me gusta, me hace bien y nos divertimos con mis socios. Somos tres los que trabajamos y la pasamos bien. Y en el medio metí fútbol en la liga para relajarme".
La relación de su actividad y dedicarse de lleno a la venta de huevos no hizo otra cosa que recordar el grito que bajaba siempre de las tribunas del Coloso hacia su figura, donde una de sus mayores características era la entrega, el sacrificio y hasta trabar con la cabeza -le quedaron varias cicatrices que le recuerdan esos momentos-. "El «ponga huevo» lo escuché siempre. A tal punto que quedé traumado, ja", bromeó.
Para todo jugador profesional el retiro es un tema difícil de transitar. El qué hacer después del fútbol es la gran pregunta que todos se hacen y que el Colorado también se la hizo. "No sabría qué estaría haciendo ahora. Por suerte justo antes de retirarme encontré esto y se me dio", relató el Colo, quien tiene una filial que lleva su nombre en Villa Gobernador Gálvez.
Claro que el fútbol no está ajeno a su pensamiento y contó que "empecé a hacer el curso de técnico. La verdad que me arrepiento no haberlo hecho antes porque es una herramienta más de trabajo. Nunca se sabe lo que puede pasar".
Cuando el nombre de Germán Ré suena lo primero que surge es Newell's, su casa y el lugar desde donde inició su carrera. Y es por eso que sigue de cerca todo lo que sucede en el club y "lo voy a ver siempre. El domingo juego en la liga, pero después me voy a la cancha. Seguramente será una fiesta increíble y se festejará el clásico ganado", concluyó el Colo, hoy transitando la vida de empresario avícola.