Algunos números en relación a los tiempos de ocurrencia de los acontecimientos puede ofrecer una mirada más abarcadora de la magnitud del problema en torno al crecimiento descontrolado de la laguna La Picasa.
Algunos números en relación a los tiempos de ocurrencia de los acontecimientos puede ofrecer una mirada más abarcadora de la magnitud del problema en torno al crecimiento descontrolado de la laguna La Picasa.
La cuenca de La Picasa, creada a partir de 2003, tiene hoy una superficie total de aproximadamente 5500 kilómetros cuadrados, de los cuales 2100 pertenecen a la provincia de Santa Fe, 2500 a Córdoba y 900 a Buenos Aires.
Al ser una cuenca cerrada, La Picasa no tiene salida hacia otra fuente hídrica y su nivel depende de las lluvias y de la evaporación natural, ya que además posee mínimo escurrimiento y poca absorción debido a la cercanía de las capas freáticas.
Para los años 50, la laguna debía tener 1.400 hectáreas y un metro de profundidad, con una cota de 97,50 metros sobre el nivel del mar (msnm). Es más, los archivos dicen que en 1953 estaba seca.
En los años 70 se ejecuta la primera obra para llevar agua hacia la laguna La Picasa. Se construye el Canal Castellanos para drenar agua de la laguna Miramar que atravesará un médano natural de contención de la laguna. De allí en adelante aparecerán más canales, algunos de mayor tamaño, sean oficiales o clandestinos.
Las vías del ferrocarril que hoy se secan al sol están desde 1999 bajo el agua de La Picasa / Diario La Capital - Silvia Salinas.
Para la mitad de los años 80 la cota de la laguna había llegado a los 100 msnm, ya ocupa unas 10.000 hectáreas porque ha inundado los campos aledaños. Además comienza a recibir agua de las provincias de Buenos Aires y Córdoba.
La laguna se hallaba en 1998, año de una gran inundación, en 102 msnm abarcando con su cota subiendo y había pasado a abarcar unas 16.000 hectáreas.
El 19 de abril de 1999 los malos presagios se hacen realidad: la superficie de la laguna llega a 50.000 hectáreas y quedan bajo el agua diferentes tramos de la Ruta Nacional N° 7 y el Ferrocarril San Martín, vías de transporte y comunicación hacia Chile.
En 2001 se mide la cota de la laguna en 105,30 msnm.
En 2003 se propuso una solución más abarcadora para el problema que resultó en la instalación de máquinas de bombeo y de redistribución de la masa acuífera a través de diferentes conexiones y canales. Con esa obra se amplió la cuenca de La Picasa a 550.000 hectáreas.
En 2006, a través del bombeo desde Diego de Alvear, se intentó hacer descender la cota y se reconstruyó la ruta dos metros más arriba de donde estaba.
En 2007 se inauguran obras de elevación de la traza de la Ruta Nacional N° 7 y de las vías del Ferrocarril San Martín, y se reanuda su tránsito. El tren volvió a pasar en 2008.
La Ruta 7 bajo el agua de La Picasa para noviembre de 2017, cuando volvió a cortarse el tránsito automotriz / Archivo Diario La Capital.
Desde 2014 a 2017 las lluvias se hacen incesantes y la laguna no solamente crece sino que su cota se ha establecido en 105,85 msnm y su profundidad que había sido históricamente de un metro es de diez metros. Quedan inutilizadas la ruta y las vías.
Debido a las grandes lluvias, el 6 de marzo de 2017 se volvió a cortar el paso sobre La Picasa.
En septiembre de 2019 comenzaron las obras sobre los terraplenes de la ruta y las vías, que se culminaron en octubre de 2021.
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Con tantos años de inundación no solamente se perdieron miles de hectáreas antes dedicadas a la agricultura y la ganadería, sino que las napas han subido su nivel retrasándose el escurrimiento natural de los campos.