La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, le ofreció al intendente de la ciudad de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, capacitar a la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) de esa localidad en el uso de pistolas taser. Son armas de electrochoque, que disparan dardos electrificados que pueden paralizar e incapacitar a una persona de manera temporal.
Las pistolas taser han sido eje de varios debates en la última década. Quienes defienden este tipo de armamento sostienen que otorga a las fuerzas de seguridad una herramienta de control y defensa “no letal”. Por su parte, los detractores sostienen que su “menor letalidad” puede llevar a un uso abusivo e indiscriminado. Remarcan, además, que puede utilizarse como un elemento de tortura.
En mayo de 2019, el gobierno de Mauricio Macri aprobó el reglamento para el empleo de armas electrónicas no letales por parte de los miembros de las fuerzas policiales y de seguridad federales. Este tipo de armamento ya es utilizado desde mediados de 2023 por la policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Cabe recordar que durante su gestión como ministro de Seguridad, el ahora gobernador Maximiliano Pullaro se había mostrado a favor de incorporar la herramienta en la provincia de Santa Fe. Más allá de que tanto el gobernador Miguel Lifschitz como Omar Perotti evaluaron comprar este equipamiento, ninguno avanzó en ese sentido.
En Rosario también hubo debates sobre el tema. Cambiemos presentó hace algunos años en el Concejo una iniciativa para utilizarlas pero no prosperó. Incluso, Juntos por el Cambio (JxC) propuso -en el marco de campaña del año pasado a nivel local- la creación de una fuerza municipal que pueda utilizar las pistolas Taser para "terminar con la mafia de los trapitos".
El reciente ofrecimiento de Bullrich a Poletti generó polémica en la capital provincial. El tema amerita una discusión política, ya que necesariamente el uso de las pistolas táser debe ser aprobado por el Concejo: se requieren modificaciones a la ordenanza municipal 12.542, que establece el marco jurídico-funcional de la Guardia de Seguridad Institucional. También sería necesario rever Ley Orgánica de la Policía Provincial y la Ley Orgánica de Municipalidades.
Debate político en la capital provincial
Uno Santa Fe dialogó con los concejales de la ciudad para conocer cuán posible es que el uso de las pistolas taser a cargo de la Guardia de Seguridad Institucional se vuelva una realidad. El oficialismo lo ve posible pero la oposición lo considera una "discusión abstracta". En rigor, todos coinciden en que jugará un rol preponderante el tipo de mensaje que envíe el ejecutivo municipal liderado por Juan Pablo Poletti.
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La presidenta del Concejo santafesino, Adriana Molina, recordó que "el año pasado hubo una primera discusión" de un proyecto presentado en este sentido "pero no se avanzó en ninguna comisión con relación a este debate".
"Yo lo que planteé en ese momento y lo reitero ahora es que, en materia de prevención y de seguridad, todas las herramientas que se puedan sumar son bienvenidas. Así que si esta es una de ellas, haciendo un análisis por supuesto exhaustivo desde el punto de vista legislativo, el debate está abierto", dijo Molina a UNO Santa Fe, dando luz verde a su tratamiento en el recinto.
La presidenta del Concejo consideró que "sin dudas necesitamos una modificación de la actual ordenanza vinculada a la Guardia de Seguridad Institucional", y que esta reforma estará marcada por "el tipo de mensaje que pueda mandar el Ejecutivo Municipal". Incluso, sostuvo que es clave analizar si es necesario una modificación de alguna legislación provincial. "Estamos abiertos a debatirlo y a incorporar como corresponde todo aquello que sirva para materia de prevención y seguridad en la ciudad", concluyó.
Por su parte, la concejala María Beatriz "Titi" Barletta expresó que "es bienvenida la idea y todo lo que sume a lo que tiene que ver con la seguridad ciudadana". También "se va a poner en foco en todo lo que tiene que ver con los anillos de seguridad, en los ingresos a la ciudad, entre otros temas", agregó en diálogo con Uno Santa Fe. La edil auguró una larga discusión y que "no va a ser algo de un día para el otro, está claro", y consideró que "por eso se hizo más hincapié en el tema de la capacitación que en su implementación".
El concejal Jorge Fernández, de trayectoria en el Ministerio de Seguridad, puntualizó a Uno Santa Fe que la Guardia de Seguridad Institucional "no puede hacer tareas de policiamiento; por lo tanto, no pueden portar armas". Amplió: "La discusión es qué tipo de guardia urbana vos querés tener, si querés tener una guardia urbana que pueda utilizar armas, y después vendrá la discusión de qué tipo de armas puede utilizar. Pero planteada de esta forma es una discusión abstracta".
"Las fuerzas locales hacen más bien tareas de prevención, y es la policía -en situaciones que son un porcentaje mínimo de sus intervenciones- quienes usan el arma. Me parece que estamos desviando el foco de la atención al discutir sobre las tasers. Hay que discutir más profundamente sobre cuál es el rol que la ciudad quiere para su guardia urbana", insistió. "La Taser es un arma de menor letalidad, pero es un arma. No es que no son letales, te pueden matar perfectamente, porque te produce una descarga eléctrica que bajo determinadas circunstancias te puede quitar la vida", aclaró el concejal.
Qué son las pistolas taser
Las pistolas taser son un arma que “interfiere el sistema nervioso muscular e inmoviliza a una persona con descargas eléctricas al ser alcanzadas por dardos punzantes de 50 mil voltios, una potencia que desciende al llegar al cuerpo para paralizar a quien recibe la descarga varios minutos”, según su definición técnica.
La empresa Taser promociona su producto como el “único en el mundo capaz de tomar el control de los nervios motores y sensoriales en conjunto y causar un verdadero impacto electromuscular temporal”. La firma aclara que “los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que sean dotados de Taser deben recibir instrucción adecuada”.
En Estados Unidos la policía las usa desde 2000 y en otros 70 países son de portación legal para fuerzas de seguridad.
En ese marco, según datos de Amnistía Internacional, entre 2001 y 2016 al menos 670 personas murieron solo en Estados Unidos por una descarga de Taser. En un informe de mayo de 2019 la organización dejó en claro que este tipo de pistolas “debe usarse solo como sustituto de armas letales y únicamente por personal capacitado”.