Dieciséis albañiles de María Teresa, localidad ubicada a 50 kilómetros de Venado Tuerto sobre la ruta provincial 14, crearon la empresa de construcción más grande de la localidad, de unos 4.500 habitantes, luego de que se unieran para conformar una cooperativa de trabajo. Eran trabajadores de la construcción que se desempeñaban de manera informal, o haciendo changas por su cuenta. Pudieron organizarse, a partir de 2016 y mejorar sus ingresos y tener mayor estabilidad y previsibilidad. Además, al ser cooperativistas, tienen obra social, seguro y aportes jubilatorios.
Hasta el momento ellos han hecho 16 viviendas sociales, cuatro casas particulares, los vestuarios del Club Nueva Era, los baños en el Club Sportivo, el Centro de Integración Comunitario (CIC) de la comuna y la ampliación de las oficinas de la Comuna.
Además están construyendo la comisaría, la oficina de la Cooperativa de Servicios Públicos, una casa particular y están trabajando en 20 viviendas del plan Más Cerca. "Como no mandan fondos desde Nación, se están terminando ocho, concentramos el trabajo ahí para que no se diluya y en dos meses estarán para ser entregadas", afirma Gonzalo Goyechea, coordinador de la cooperativa.
Gonzalo es farmacéutico, tiene 50 años y una trayectoria en el trabajo cooperativo desarrollado básicamente en la cooperativa de servicios públicos de su pueblo. También cumplió el rol de vicepresidente comunal junto a María Cristina Gómez, donde ente otros proyectos generó la Tasa Rural Segmentada. Se encarga de la coordinación de la Cooperativa de Construcción de María Teresa ad honorem, y está convencido de "que generar trabajo es la clave para mejorar a los pueblos".
Calidad en la construcción, precio y un fuerte respaldo recibido de la comuna local son las claves con las que esta cooperativa de albañiles ha logrado ser la empresa de construcción con mayor trabajo en esa localidad.
Para la presidenta comunal, María Cristina Gómez, "el rol de la comuna es simplemente de acompañamiento, de apuesta por el proyecto. Para nosotros es una prioridad que la cooperativa tenga trabajo, y no dudamos en poner nuestros fondos legítimos, los que generamos como comuna, para ayudar al funcionamiento de esa empresa social cuando lo requiere, como una forma de garantizar su continuidad".
La comuna "ha adoptado la decisión política de funcionar de garante para que se cumplan plazos, pagos, entregas. Cuando Nación incumple, nosotros ponemos el hombro. Ellos después nos devuelven los fondos. Es una decisión que tomamos por convicción, porque creemos que cuando no hay empleo privado y capacidad de gestión, desde el Estado tenemos que salir a dar esa pelea, y porque creemos en el cooperativismo como método de gestión. Si la cooperativa no funciona, si cierra, tenemos un drama social importante en María Teresa y acá en la comuna", reflexionó Gómez.
Bloquera
La Cooperativa de Construcción de María Teresa se hizo cargo hace unos meses de una bloquera para fabricar ladrillos block, tubos para alcantarilla y pozos ciegos. También se puso en marcha una máquina para adoquines de cemento que había llegado en 2014. "Supuestamente tenía que venir una persona a enseñar cómo se hacía, pero la agarraron dos muchachos, la armaron y ahora está completamente funcional" dijo Goyechea y agregó que "pensábamos que íbamos a desperdiciar material hasta agarrarle la mano, pero el primer día ya salían perfecto".
Se hicieron 50 metros de adoquinado en la plaza del Pueblo Viejo (en el norte de la localidad), y la idea es comenzar a hacer veredas de un metro cincuenta. Por otra parte, se está gestionando en el Inaes un subsidio para herramientas para fabricar mesas y bancos en jardines y espacios públicos.
"La novedad está en que vamos a comprar una chipeadora que pica los envases plásticos descartables y permite que se puedan utilizar en la mezcla para las mesas o los ladrillos, reemplazando la arena gruesa. Está bueno porque juntamos la fabricación con una perspectiva de reciclar los envases que juntamos con Días Limpios", detalló Goyechea.
El panorama de la construcción es complicado, pero se intenta no depender de la obra pública y buscar trabajos particulares. El objetivo es ingresar al mercado para darle continuidad y autonomía a la iniciativa. En cada proyecto, los trabajadores participan en la decisión de los presupuestos. "Lo que queda más evidente es que sus ingresos han mejorado significativamente. Ellos trabajan en la cooperativa y ganan más dinero que si trabajaran de empleados, como peón o medio oficial", indicó.