Pasaron dos años de aquel fatídico martes 17 de marzo de 2020, cuando Lisandro Cabral ingresó al domicilio de su suegra ubicado a 50 metros de su propia vivienda en Casas, en departamento San Martín. Tenía las manos quemadas y se las mostró a la madre de su pareja, Verónica Soulé, para decirle que ella había intentado suicidarse. Su intención era explicarle a Graciela Fabiana Ríos, que la propia Verónica se había rociado con alcohol y luego se prendió fuego. Según sus palabras, él intentó ayudarla.
Soulé fue trasladada de urgencia al Samco de Carlos Pellegrini, mientras la llevaban en auto por la ruta pidió no ir al de Cañada Rosquín porque allí trabajaba una familiar de Cabral. Desde Pellegrini fue derivada a El Trébol y luego al Hospital Provincial de Rosario, a donde ingresó con el 88% del cuerpo quemado. Pese a los esfuerzos de los médicos no sobrevivió, falleció el 23 de ese mismo mes.
Pero con el dolor, afloró la verdad. Sus allegados empezaron a sacar a la luz diversas situaciones de violencia de género que padecía Verónica a manos de Cabral. Desde ese momento, su familia intenta probar ante la Justicia que su muerte se trató de un femicidio y no un suicidio, como el agresor sostiene.
Las pruebas que incriminan a Cabral como femicida llegaron a las manos de juez, Pablo Ruiz Staiger, quien lo imputó como sospechoso de homicidio calificado agravado por el vínculo, imponiéndole prisión preventiva mientras tramite el juicio.
Reclamo
En ese momento los hijos de la pareja, que estaban al cuidado de Cabral, quedaron bajo la tutela de los padres del sospechoso. Así comenzó el segundo reclamo de la familia de Verónica: la tenencia de Candela (12) y Benjamín (9) se sumó al pedido del esclarecimiento de su femicidio.
Graciela Ríos expresó ante las cámaras de Canal Uno El Trébol que la fecha del juicio por el femicidio de su hija estaba previsto para el 18 de marzo pero se suspendió y aún aguardan la fecha de reprogramación. “Teníamos fecha para el juicio pero se revocó hasta nuevo aviso. Estamos esperando, ojalá sea pronto. Sentíamos muchas emociones juntas, alegría y tristeza mezcladas por la apertura del juicio, pero ahora esta modificación nos deja en silencio otra vez”, expresó la madre de Verónica.
El reclamo también se centra en otro punto referido a recuperar la tenencia de los niños, aún bajo la tutela de sus abuelos paternos. Al respecto, Ríos expresó que “es tremendo no poder ver a mis nietos desde que él está preso. No nos quedamos quietos, viajamos a San Jorge a hablar con el juez de familia, Daniel Zoso, nos hizo firmar papeles de revinculación, nos dijo que iban a llamar a psicólogos para hablar con los chicos y nada. Seguimos sin respuestas”.
Además, la mamá de Verónica contó que intenta comunicarse con sus nietos pero, aunque los abuelos paternos que tienen la tutela expresan a la Justicia que no hay problemas para que se vinculen con su familia materna, sus teléfonos están bloqueados, impidiendo la comunicación. El 25 de noviembre les prometieron que iban a llevárselos para que estén juntos de 16 a 18 pero, aunque los esperaron llenos de ansiedad y amor, los pequeños nunca llegaron.
La agrupación feminista Mumalá, que acompañó a la familia de Verónica en el pedido de justicia desde el minuto uno, emitió un comunicado expresando el repudio hacia el accionar de la Justicia sanjorgense, específicamente hacia el Juez Zoso, quien "no toma cartas en el asunto aunque promete hace más de un año resolver la situación".
Memoria y justicia
El 23 de marzo de 2022, a dos años del femicidio, la agrupación Mumalá pintó un mural en su memoria, con la leyenda “Justicia por Vero”. Su mamá afirmó que “es muy triste ver a tu hija ahí plasmada en el mural, pero a la vez me hace sentir que está presente. No nos vamos a cansar de exigir Justicia”.