La última vuelta del interno 15 de la línea 112 terminó mal. Cuatro jóvenes inmovilizaron al chofer y robaron las pertenencias de las diez personas que, casi sobre la madrugada de ayer, viajaban en el colectivo azul y gris que une el sur con el noroeste de la ciudad. El incidente se desató sobre el ingreso al barrio Ludueña. El conductor fue golpeado y uno de los pasajeros herido en el cuello.
Eran las 23.45 del lunes, cuando la unidad perteneciente a La Mixta circulaba por Vélez Sarsfield rumbo al noroeste. Apenas pasando avenida Alberdi, cuatro jóvenes subieron al ómnibus. Se sentaron sobre las últimas líneas de asientos y viajaron así unas diez cuadras, hasta que el colectivo llegó a Junín y Matienzo.
Entonces, el viaje que para quienes iban en ese 112 marcaba el fin de una jornada laboral o de estudios se convirtió en una pesadilla.
Según relató el gerente de la firma, Matías Galíndez, en ese momento uno de los jóvenes tomó del cuello desde atrás al chofer y comenzó a golpearlo. Mientras los otros pibes, vociferando amenazas e insultos, redujeron a los pasajeros y les quitaron los celulares y las billeteras.
"En medio de los forcejeos, golpearon al chofer en la cabeza y uno de los pasajeros recibió un corte a la altura del cuello", apuntó Galíndez.
La misma versión recoge el parte policial elaborado en la comisaría 12ª de barrio Ludueña. Allí se asienta que el robo se produjo sobre la esquina del pasaje San Gerónimo y Junín, que los autores fueron cuatro masculinos jóvenes que habían ascendido al ómnibus unas diez cuadras antes sin levantar sospechas, que habían utilizado armas blancas para amedrentar a todo el pasaje y que después de hacerse con el botín, los cuatro bandidos habían huido a la carrera.
También apunta que el conductor, Néstor L., de 45 años, presentaba golpes en la cabeza y uno de los pasajeros, Maximiliano M., de 18, una herida cortante en el cuello.
Ambos fueron asistidos por una ambulancia del Sies, donde recibieron primeros auxilios.
Paro. En noviembre del año pasado, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) realizó un paro sorpresivo tras el ataque sufrido por un chofer de la línea 141 que terminó internado con un corte a la altura del cuello.
Galíndez afirmó que varias líneas de La Mixta, "en determinados barrios y horarios cuentan con custodia policial. Son lugares que se consideran críticos". Sin embargo, aclaró, la línea 112 nunca había requerido de medidas preventivas especiales.
Ataques "permanentes"
"Los ataques a colectivos son permanentes. Este fue uno de los tantos y hay que agradecer que no haya habido lesionados", sostuvo el secretario adjunto de la UTA, Sergio Copello. Además, estimó que a diario se registran entre uno y dos delitos a bordo de los ómnibus "que la gente ya ni denuncia cuando no hay heridos", apuntó. El gremialista apuntó que "los controles se intensifican cada vez que un caso toma estado público, pero después sigue todo igual".