La estrategia de “seguir yendo tras cada caso”, como ya vienen señalando las autoridades sanitarias, y ahora “amplificar” los dispositivos en ese sentido ante el incremento del volumen de positivos podrían explicar por qué Rosario tiene indicadores de tasa de morbilidad y letalidad que la ponen muy por debajo de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) y Córdoba. Profundizar ese trabajo con un equipo capacitado de cien personas que trabajarán en el rastreo y seguimiento de los pacientes los siete días de la semana, fue uno de los anuncios de las últimas horas en base a la evolución de la pandemia.
Los equipos que recibirán no sólo los positivos de los hasta 500 test diarios que realiza el Cemar, sino también los realizados en efectores privados junto a las fichas epidemiológicas. A los que se suman además los que se llevan adelante en el laboratorio del Hospital Centenario, por ahora con capacidad para un centenar de pruebas por día.
Si bien los rastreos se venían realizando, la subsecretaria de Salud, Silvia Marmiroli, explicó que “ante el volumen de positivos que hay en esta fase, es necesario no sólo poner a trabajar personal capacitado, sino además aceitar el engranaje de clasificación, búsqueda y seguimiento”.
Paso por paso. Así, cada positivo llegará a manos del llamado Dispositivo de Recepción Inicial de Situaciones (Disis),que integra un centenar de agentes de la Secretaría de Salud, además de epidemiólogos tanto del municipio como del Ministerio de Salud provincial.
Allí, cada situación será derivada a un equipo operativo institucional, es decir de casos que se produzcan en oficinas del Estado, espacios cerrados como geriátricos, centros de salud y hospitales, o instituciones de cualquier tipo; o bien a los seis equipos, uno por distrito, que trabajarán en el territorio.
Si bien a priori se hace esa primera clasificación, el caso siempre llega a los equipos territoriales porque más allá de que los contagios se den dentro de instituciones, las personas que la integran habitan en la ciudad y pueden también allí trasladar el virus. Y es justamente esta pata del dispositivo la que además evaluará las condiciones de aislamiento de las personas, si existe criterio de internación y a quiénes debe realizarse el hisopado.
Una vez elaborado el listado de casos confirmados, se hace la búsqueda de contactos estrechos, y un seguimiento por parte de un “equipo de llamadores”, integrado por 49 personas, que obtienen la información detallada.
El dispositivo funcionará los siete días de la semana, y se articula con otras estrategias también amplificadas en las últimas semanas, como la puesta en marcha en las próximas 72 horas de una aplicación para los agentes de salud que permitirá un mejor seguimiento de cada caso positivo y sus contactos estrechos, la multiplicación del Plan Detectar en barrios como Ludueña, Las Flores, Empalme Graneros, Vía Honda, Santa Lucía y Cagancha, y desde hace unos días la realización de test serológicos (pruebas de detección de anticuerpos) a todo el personal de salud tanto del sector privado como público.