El desarrollo de la sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial sirvió para acompañar distintas expresiones de especialistas, autoridades políticas y referentes de agrupaciones que luchan por la vida, que en esta edición volvieron a remarcar la necesidad de establecer en las calles velocidades máximas de 30 km/h y de 50km/h en las avenidas, para que disminuyan la cantidad de accidentes y muertes en el tránsito.
Vale recordar que hoy, en Rosario, la máxima en calles es de 40 km/h. y en avenidas de 60 km/h.
“Hace dos años impulsamos la baja de velocidades en el Concejo Municipal. Entendemos que la velocidad en las calles debe perdonar nuestros errores y no ser una sentencia de muerte para otros actores que son más vulnerables. Una máxima de 30 km/h serviría para salvar muchas vidas”, destacó el edil Lisandro Zeno.
“Creemos que para combatir esta otra pandemia es clave implementar estos nuevos límites de velocidad, tanto en calles como en avenidas, para que podamos circular en paz”, enfatizó el concejal rosarino, cuyo proyecto todavía se encuentra en estudio en las comisiones.
Esta edición de la Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, extenderá sus celebraciones hasta el próximo domingo y exhibe el lema “calles para la vida”, y pretende promover el límite de 30 km/h para las ciudades y pueblos de todo el mundo.
En un evento de lanzamiento transmitido por el canal de YouTube de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hubo voces que se encolumnaron en un mismo pedido. “A todos aquellos que tienen el poder y la autoridad de cambiar esta realidad, por favor háganlo ahora. Porque mientras hablamos, se está perdiendo otra vida. La velocidad mata. La alta velocidad incrementa la chance de terminar con la vida de alguien”, resaltó Viviam Perrone (de Madres del Dolor), mamá de Kevin Sedano, el adolescente que murió en 2002, a los 14 años, después de ser atropellado por un vehículo que se trasladaba al doble de la velocidad permitida.
Ciudades más seguras
A su turno, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, indicó que “cada año más de 1,3 millones de personas mueren en accidentes de tráfico, esto es 1% cada 24 segundos. Por eso, necesitamos una nueva visión para crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables. Las calles de baja velocidad son una parte importante de esa visión”.
Y explicó: “La evidencia muestra que limitar la velocidad de conducción a 30 km/h reduce significativamente las muertes y lesiones causadas por el tránsito. También promueve estilos de vida más saludables a través de caminar y andar en bicicleta. Y disminuye la contaminación del aire y el ruido”.
En esa misma dirección se pronunció la directora ejecutiva de Naciones Unidas Hábitat, Maimunah Mohd Sharif, quien afirmó que “la seguridad vial es la otra crisis a la que nos enfrentamos junto con el coronavirus y el cambio climático”.
“Las calles y los carriles para bicicletas, correctamente diseñados, pueden prevenir el exceso de velocidad y proteger a los ciclistas y peatones, los usuarios más vulnerables en los choques viales”, advirtió Sharif.
En el ámbito nacional, Paolo Balladelli, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) expuso cifras preocupantes. “En un año normal, previo a la pandemia, más de cinco mil personas mueren prematuramente en un siniestro vial, que podría haber sido evitado, y más de 100 mil son heridos”, puntualizó.
Y remarcó que “la tasa de mortalidad supera el umbral a partir del cual una afección es considerada epidemia de acuerdo con lo establecido por la Organización Mundial de la Salud”.
De estas conferencias virtuales también participaron el intendente de Rosario, Pablo Javkin; el intendente de la ciudad de Santa Fe, Emilio Jatón; el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Osvaldo Aymo; y Alba Saenz, integrante la ONG Conduciendo a Conciencia.