Los trabajadores de la delegación Rosario de la secretaría provincial de Niñez, Adolescencia y Familia definieron un paro de 60 horas que comienza este martes por la noche y se extenderá hasta el viernes a la mañana. Desde hace meses se encuentran en estado de emergencia ante la crítica situación laboral e institucional que atraviesan por la reducción presupuestaria, el endeudamiento salarial, y haberes desactualizados por debajo de la linea de la pobreza.
El área de Niñez de la provincia de Santa Fe atraviesa una situación compleja. Hace tiempo que un grupo de empleados y profesionales que realiza tareas de seguimiento y abordaje de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad reclama el pase a planta permanente, actualización salarial y jerarquizar los políticas, pero hasta el momento no ha recibido respuestas.
Además, en las últimos días la crisis institucional recrudeció tras las durísimas declaraciones del juez de Familia de San Lorenzo, Marcelo Scola, quien apuntó contra los funcionarios responsables del área. El magistrado puso en evidencia la situación de una nena de 11 años bajo resguardo de Niñez que, a pesar de tener el alta médica, continúa viviendo desde hace más de seis meses en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
Lo cierto que los trabajadores, en contacto cotidiano con esas realidades, también son críticos de las políticas públicas. Desde la semana pasada se encuentran en estado de asamblea permanente, pero este martes por la mañana se endureció la postura y definieron un paro de 60 horas, desde este martes a las 20 hasta el viernes a las 8.
“Esta tarde, a las 16.30, nos vamos a reunir en asamblea para definir la modalidad del paro, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades del sector donde tenemos que garantizar guardias mínimas, dado que trabajamos con niños, niñas y adolescentes con vulnerabilidad”, expresó a este diario Daniel Vázquez desde la junta interna de Niñez de la Asociación de Trabajadores de Estado (ATE).
“Basta de salarios de pobreza y recortes, y que la gestión viva con nuestros salarios”, insisten los trabajadores. La semana pasada, la junta interna de Niñez emitió un documento donde se repasaron las situaciones irregulares que ponen en riesgo a los niños vulnerados.
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“Los niños, niñas y adolescentes sin ningún criterio de internación alojados en hospitales de forma prolongada no son una «noticia», estas estadías tienen en muchos casos más de un año y somos quienes mediante informes de trabajo cotidianos expresamos y damos perspectiva crítica de las condiciones singulares”, señalaron los trabajadores en referencia al caso de la nena internada en el Vilela.
Residencias privadas, con fondos pero sin lugar
Los trabajadores de Niñez apuntaron contra los centros privados de alojamiento. “Una parte histórica, trascendental y por lo tanto política del problema, es la falta de garantías de los centros residenciales privados conveniados, quienes pueden obstaculizar los ingresos expresando falta de condiciones y plazas, a pesar de que reciben importantes partidas presupuestarias por cada “plaza” (cama), que dicen tener”, sostuvieron.
“¿No pueden garantizar condiciones habitacionales, sanitarias, alimentarias, educativas y recreativas con las transferencias medidas en cantidad de plazas que nunca llegan a ocuparse? ¿Con el excedente, no se puede garantizar el personal idóneo, con condiciones dignas y capacitaciones para que puedan abordar estas situaciones de extrema vulneración, particularidad justamente de esta área?”, se preguntaron los trabajadores.
Los públicos son menos y reciben poco
Y, como contracara, presentaron los centros residenciales públicos. "Son escasos y reciben partidas presupuestarias muchos menores. De hecho, actualmente dos de estos alojamientos están con problemas edilicios para garantizar un espacio donde alojar, lo que es sostén y contención de estas niñeces y adolescencias, y devalúa el rol de lo público”, remarcaron.
Además, señalaron que “los acompañantes personalizados informan periódicamente a las autoridades sobre la situación en la que se encuentran estos niños, niñas y adolescentes en hospitales: ruptura de sus trayectorias escolares, falta de elementos básicos de higiene y esparcimiento, prolongación sin criterios médicos en monovalentes para adultos; reclamando por una política de alojamiento acorde a la edad, condición mental y singular”.
En ese sentido, remarcaron que se trata de “un problema estructural. Ante las enormes y persistentes irresponsabilidades actuales, toda la posibilidad de garantizar una vida digna recae sobre los trabajadores de la salud, que ya se han expresado oportunamente, pero también sobre equipos de trabajo y, en particular, los acompañantes personalizados que terminan siendo voz y ojos de las condiciones en las que viven”.
Salarios de pobreza
Los emplados de Niñez describen que realizan sus tareas “sin el reconocimiento de derechos laborales básicos (licencia por enfermedad, estudio, aportes jubilatorios, obra social, vacaciones y cuidados en nuestro núcleo familiar), con un valor de la hora de trabajo en 500 pesos, con salarios que no llegan a 90.000 pesos por mes, para lo cual deben trabajar 180 horas mensuales.
“Estamos debajo de la línea de pobreza del Indec (septiembre: $118.500). Siendo histórico el incumplimiento de los acuerdos paritarios, los cuales implicarían aumentos en el valor de nuestra hora de trabajo automáticamente, acorde a los porcentajes establecidos para los trabajadores formales", reclamaron.
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“Esta acumulación de condiciones nos ha puesto hace ya un mes en estado de asamblea permanente y paros sin aun ser escuchados y regularizados. Sin reconocimiento de la dignidad de los trabajadores y el cumplimiento de sus derechos es dificultoso plantear justicia social en las políticas de cuidado, reparación y restitución para estas niñeces y adolescencias”, finalizaron.