Con un marcado reclamo para exigir el fin de todos los tipos de violencia machista, miles de mujeres marcharon por la ribera central para gritar ¡Ni una menos! como ocurre desde 2015 tras el femicidio de la joven rufinense Chiara Páez. Entre los puntos leídos por las organizadoras en el parque de España figuran los reclamos para ponerle fin a la violencia económica en cuanto a las tareas de cuidado, al tiempo que resaltaron el trabajo de las mujeres que ponen el cuerpo en los barrios populares a expensas del narcotráfico que se lleva cada vez más la vida de las infancias.
A nueve años del femicidio que cambió la historia del país, miles de mujeres y disidencias, dentro de organizaciones políticas, feministas y derechos humanos partieron al mediodía de este sábado desde Oroño y el río para marchar desde las 14 hacia el parque de España, donde la organización montó un escenario cuya conducción estuvo a cargo de las comunicadoras Almudena Munera y Virginia Giacosa, acompañadas por la activista Michelle Vargas Lobos.
Fueron muchas las mujeres que vistieron de verde y violeta para matizar todo el cordón de la costa central y llevar bien arriba sus reclamos. Desde el mediodía se montaron ferias y stands informativos como ocurrió con la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Entre las ONG se encontraban La Poderosa, Indeso Mujer, Equipo ESI Santa Fe y la Campaña de la emergencia en violencia.
La marcha 3J
La marcha estuvo encabezada por la bandera barredora trasladada por representantes de diferentes organizaciones con la consigna “Ley de reparación para sobrevivientes travestis trans posdictadura”, que marcó la proclama central de la jornada.
En esa línea, María José Poncino del Movimiento Evita y Ni Una Menos Rosario, señaló: “Volvemos a la calle porque la desigualdad persiste en la sociedad y esta situación se recrudeció con un feroz endeudamiento a partir del 2017 y con la pandemia”.
“Planteamos la implementación total de la ESI, de la Ley Micaela, la implementación efectiva de la IVE, el reconocimiento económico de les promotores”, enumeró la militante. A su vez, criticó el rol de la Justicia y señaló: “No nos cansamos de exigir una justicia con perspectiva de género, popular y comunitaria”.
“Por todo esto y muchos más seguimos saliendo a las calles, para continuar organizándonos, construyendo este camino de igualdad”, finalizó.
En ese marco, el transporte urbano de pasajeros era gratuito de las 11 a las 22 para las personas que asistían a la movilización y los cortes de tránsito eran intermitentes.
Entre otras cosas, el observatorio de La Casa del Encuentro publicó un informe para detallar números escalofriantes pese a las masivas marchas y campañas para ponerle fin a la violencia machista y patriarcal. Desde aquella primera movilización de Ni Una Menos hasta la actualidad, se cometieron 2554 femicidios en todo el país.
Un 3J de reclamos
“Nos encontramos las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, identidades no binarias, villeras, discas, indígenas, originarias, afro y muches más, para decir: ¡Somos los feminismos que seguimos organizándonos en contra de las violencias! Somos todas esas identidades que buscaron oprimir pero que, en unidad, seguimos tejiendo redes, de manera independiente y organizada, apostando al cuidado colectivo”, se leyó en los primeros párrafos de la proclama.
En ese contexto, continuó: “¡Basta de discriminación y violencia simbólica, mediática, obstétrica, política, física, sexual, psicológica, laboral, económica, en la casa, en la calle, en el trabajo y en nuestros vínculos afectivos! ¡No hay vida en libertad y sin violencias, si la deuda sigue siendo con nosotres y nos sigue ajustando! ¡Las estafas no se pagan! No queremos seguir siendo un número en la estadística, estamos en emergencia. Exigimos políticas públicas y mayor presupuesto para el abordaje integral. Declaración nacional y provincial de Emergencia contra las violencias por razones de género”.
En clara alusión a la corriente neoliberal que resurgió y pretende gobernar durante los próximos cuatro años, sostuvo: “Las violencias no se terminan con mano dura. ¡No en nuestro nombre y para la tribuna! Las víctimas se multiplican ante la falta de políticas públicas de cuidado y atención, por el morbo mediático y por la desidia de las instituciones. Todos los días somos víctimas de violencias machistas, no vamos a permitir el tratamiento de ningún proyecto de ley que nos revictimice y quiera condenarnos, mientras los violentos siguen siendo favorecidos por esta justicia”.
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Y continuó: “Seguimos resistiendo en este contexto crítico a nivel mundial y nacional donde las derechas expresan discursos de odio y políticas de retroceso sobre nuestras conquistas. Somos parte de quienes lucharon por esta democracia, por eso no vamos a dar ni un paso atrás”.
Respecto a la violencia que asuela los barrios populares a expensas del narcotráfico, reafirmaron: “No queremos seguir siendo quienes en forma solitaria seguimos poniendo nuestros cuerpos en la primera línea en nuestros barrios populares. Son las vidas de nuestras niñeces las que se llevan las disputas de la narcocriminalidad. Reclamamos acciones urgentes contra los grandes grupos del poder económico, que mueven el dinero de los entramados mafiosos”.
A su vez, exigieron: “Que se rompa el pacto machista que nos condena a la muerte dentro y fuera de nuestras casas. Basta de la justicia patriarcal, racista, corporativa y antidemocrática, cómplice y garante de la reproducción de las violencias. ¡Reforma Judicial con perspectiva de género Ya!”.
“El derecho al cuidado no debe depender del género, conformación familiar ni tipo de empleo”, exigieron respecto a las tareas de cuidado al igual que el cumplimiento del cupo trans y la aprobación de la ley de reparación histórica para las diversidades.
Y concluyeron: “Por quienes nos faltan seguimos juntas y juntes en las calles al grito de ¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos! Por nuestras amigas, amigues, madres, niñeces, compañeras, compañeres, hermanas y hermanes… No retrocedemos!!!!! ¡Justicia por todas las victimas de violencias machista!”.