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Eluk contó que hace 40 años que tiene un local en calle Mendoza. Con la certeza que da la experiencia, manifestó: “Te aseguro que acá (por Echesortu) los locales no duran ni 24 horas vacíos, enseguida se alquilan”.
El comerciante sostuvo que una cuestión clave que beneficia al barrio es la ubicación. “Estamos en el centro geográfico de la ciudad”, acotó.
Según los datos que maneja Eluk, en los últimos meses se abrieron cinco dietéticas, cuatro carnicerías y cerca de 10 verdulerías, además de otros locales de ropa. “Nos favoreció que los shoppings estuvieran cerrados, al igual que los paros de colectivos y que los taxis están carísimos. La gente no se pudo desplazar y se quedó a comprar en el barrio”, argumentó. “Eso sí —continuó— la gente paga todo con tarjeta, y creemos que es por la inseguridad, porque nadie se anima a salir con plata”.
En cuanto a los cuidados propios de la pandemia, los comerciantes de Echesortu coincidieron en que los clientes son “muy respetuosos”, concurren a los locales con barbijo y ya tienen la costumbre de estirar las manos para que les pongan alcohol.
Más locales y más grandes
En el paseo comercial Empalme Graneros (Juan José Paso al 5700) sucede algo parecido. Fernanda Romero, referente de la zona, contó que los vecinos están “focalizados en la compra de cercanía. La gente no va al shopping porque estuvo cerrado y luego porque tiene miedo de contagiarse. Vemos que se trasladan lo menos posible y evitan tomar un colectivo”.
Según la mujer, a pesar de la mala situación económica, “estamos trabajando bien. El año pasado las ventas repuntaban el Día de la Madre, o el Día del Niño, ahora es todo el tiempo y se vende de todo”, aseguró. Y agregó: “Los vecinos se están dando cuenta de que ya no hace falta ir al centro, porque acá pueden conseguir todo”.
El paseo comercial de Empalme Graneros cuenta con unos 350 locales comerciales. Actualmente están todos ocupados y no hay disponibilidad para alquilar. Desde allí se abastece a los barrios aledaños como Fisherton, Ludueña,Belgrano y Alberdi.
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“De 10 clientes, 6 son de barrios cercanos y acá se trata muy bien a la gente”, aseguró Romero, quien desde la vecinal trabaja para que los comerciantes también vendan a través de las redes sociales.
Además, explicó que con motivo de la pandemia y la crisis económica, muchos se quedaron sin trabajo, y esto suscitó que se largaran a emprender. De hecho, la mujer contó que hay más de 40 emprendimientos en la zona. Y éstos ofrecen desde ropa para perros, hasta comida, ambos para médicos, desayuno, picadas, y artesanías de madera, entre otros.
Desde San Martín
La avenida San Martín aloja a incontables locales comerciales y se convirtió también en un paseo para los vecinos. “Cuando se pudieron abrir los negocios, las ventas fueron muy buenas y después se notó una baja, aunque nunca se llegó a frenar”, comentó Osvaldo Enguelberg, referente de ese lugar.
Según el comerciante las ventas se vieron afectadas por la crisis económica. Sin embargo, “acá si cerraron cinco locales, también abrieron dos nuevos, y los que no paran son los rubros puntuales como las ferreterías y los bazares”, puntualizó esperanzado en que el comercio no decaerá en la zona.
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Abrieron una verdulería y dietética en plena pandemia
Juan Pablo Murbito y Vanesa Giuliani hace poco más de un mes que se animaron a abrir un local en Mendoza al 3400. Apostaron al rubro alimenticio confiados en que “más allá de la pandemia la gente come igual”.
Juan Pablo tenía experiencia en comercios porque había trabajado como empleado, pero este año y en medio de la pandemia, apoyado por su pareja se largó a emprender. “Ahora tenemos un comercio propio”, contó orgulloso el hombre que también atiende el local.
“Nos animamos porque sabemos que el rubro de los alimentos no para, y además porque más allá del coronavirus la vida continúa”, confesó el emprendedor.
Desde el local, Juan Pablo y Vanesa observan que los vecinos salen a la calle confiados y señalaron que son “muy respetuosos del protocolo de prevención del Covid-19”.
Juan Pablo dijo que si bien los vecinos aprovechan las compras para pasear, “necesitan respirar otro aire”.
Alquiló un local 2 veces más grande
Hace un año y 8 meses, Jorgelina Puerta abrió una santería en una cuadra paralela a Juan José Paso, en pleno paseo comercial Empalme Graneros. En plena pandemia vio la oportunidad de agrandar el local y lo hizo. Contra todo pronóstico, le está yendo muy bien.
“Tenía miedo porque fue un paso importante trasladar el local a la avenida Juan José Paso, y además duplicar el tamaño, pero lo hice y me está yendo bien, a pesar de lo difícil que está todo”, contó la mujer orgullosa de su nuevo espacio.
“Aunque la situación económica no está fácil la gente está comprando. Mi fuerte son las velas y los sahumerios, además de las imágenes de buda”, explicó Jorgelina quien abrió este local para asegurarse un ingreso cuando se jubile. Lleva 34 años trabajando como empleada administrativa, pero sabe que cuando termine su período activo querrá hacer algo distinto y siempre le gustó lo esotérico.
Jorgelina explicó que en Empalme “a la gente le gusta pasear y comprar. Tal vez en otros barrios los vecinos tienen el dinero, pero no lo gasta. En cambio acá se dan el gusto y compran”, confirmó quien disfruta de atender a sus clientes.
Con motivo de la pandemia, el local cuenta con alcohol en gel para que los clientes se pongan antes de entrar, porque como todos los artículos están a la vista, “a la gente le gusta tocarlos antes de comprar”, comentó la mujer que se arriesgó y está feliz.
Un proyecto urgente que estudia la Municipalidad
Ante la imperiosa necesidad de impulsar el comercio, desde el Paseo Comercial San Martín presentaron un proyecto a la Intendencia para que el Banco Municipal implemente una tarjeta de crédito que englobe a todos los paseos comerciales y que tenga como premisa acercar a clientes a los comercios de cercanía y financiarlos.
Junto con esto solicitan que haya más cajeros automáticos o locales de ese banco en los barrios de la ciudad.
“También pedimos que se garantice una participación en las decisiones a tomar referidas a su implementación y se cree un fondo económico a ser distribuido equitativamente para los paseos referidos y destinados específicamente al fomento de actividades sociales, culturales, deportivas y comerciales para los mismos”, declaró el representante de los comerciantes de San Martín, Osvaldo Enguelberg.