Con la llegada del calor, algunos árboles de Rosario comenzaron a llorar. Así lo perciben muchos rosarinos al sentir que debajo de algunas especies caen gotas de agua sin importar que el cielo estuviese despejado o nublado. La explicación de este fenómeno es un pequeño insecto.
Se lo conoce como "el llanto de la tipas", tal el nombre de esta especie de árbol que abunda en Rosario, en especial en los distritos centro y norte.
Pero a pesar de que suena como algo romántico, las causas de este llanto no son nada poéticas.
Es que el fenómeno se da por el ataque de un insecto que se llama chicharrita de la espuma.
Este insecto es pariente de la chinche. Durante su estado ninfal (cuando todavía está creciendo pero tiene el aspecto de un "adulto" aunque en menor tamaño) la chicharrita se alimenta de la savia de los árboles y produce una espuma que lo rodea y protege.
Esa espuma es el líquido que eliminan después de haber absorbido todos los nutrientes de la savia. En otras palabras: excremento. Durante las primeras semanas de noviembre, cuando las tipas reverdecen, la espuma se vuelve pesada y se desintegra en forma de goteo.
El último censo de arbolado en Rosario se realizó en el 2015 y precisó que en la ciudad hay 1.129 tipas. Si bien es el hábitat predilecto de las chicharritas de la espuma no es el único.
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Los bichitos que hacen llorar a los árboles también se suelen instalar en los algarrobos -según el informe municipal hay tan solo 7 en pie en Rosario- y también en ceibos, que en total hay 661 en la ciudad.
Sin embargo, más allá de la impresión que puede generar saber que las gotitas son en realidad excremento, el líquido no es dañino para las personas. Lo que sí, al ser azucarado, puede manchar un poco la ropa.
A su vez, el árbol tampoco sufre la presencia de su huésped. La presencia de la chicharra de la espuma no daña el árbol de ninguna manera y es, simplemente, un proceso natural.