La Feria de Librerías de Viejo es ya una tradición en la ciudad. Con 22 ediciones sobre la espalda y más de una decena de libreros dispuestas a sostenerla que a partir de este miércoles volverán a salir al encuentro de sus lectores con libros inéditos, usados, antiguos y fuera de catálogo.
Por primera vez, la feria se realizará en el centro cultural de la Universidad Nacional de Rosario (ECU), el antiguo edificio de San Martín 750 recibirá la propuesta de la feria que se realiza en forma autogestiva dos veces al año. Además de los clásicos stands de libros, en esta edición habrá obras de teatro, poesía y música. La entrada, como siempre, será libre y gratuita.
De la feria participan 14 librerías que montarán sus stands que se podrán recorrer a partir del jueves, de 10 a 20. Este miércoles será la inauguración formal del encuentro, a las 17, y coincide con un recital de poesía pública, una actividad ya programada del ECU que consiste en la lectura de poesía en defensa de la universidad pública.
En tanto, el jueves, a las 18.30, se presentará la obra de teatro "Aproximaciones. Música y poesía", con la actuación de Natalia Nardiello, Jonatan Boco y Raul Valentini. Se trata de una historia donde se entrecruzan la música y la palabra y donde la poesía se ve interpelada por la canción. La obra se presenta como "un diálogo entre Spinetta y Girondo o un contrapunto entre Robert Johnson y Alejandra Pizarnik".
Una feria con historia
La Feria de Librerías de Viejo se gestó con la idea de armar un encuentro ocasional. Pero, el espacio se mantuvo como una manifestación cultural en la que participan librerías locales con el objetivo de revalorizar lo viejo y usado. Como siempre, los lectores tendrán su oportunidad de encontrarse con buenas lecturas a precios convenientes. Habrá ofertas de libros desde 2 mil pesos.
“El material que tenemos es totalmente diverso, es usado de edición reciente o antiguo, o ediciones únicas y después también respecto a las temáticas hay literatura, investigaciones, filosofía, arte y tratamos de recuperar siempre producción de Rosario, de autores recientes o como materiales más antiguos”, destacó Marijó Haquín, de Argonautas, una de las librerías que organizan y participan en la feria desde sus comienzos.
La librera apuntó que en las últimas ediciones al público tradicional se sumaron nuevos adeptos. “Vemos mucha gente joven y eso lo vimos mucho en las dos últimas ferias”, señaló sorprendida y entusiasmada por el alcance. También indicó que lo que más busca la gente es literatura y que muchos esperan la feria para encontrar esos libros únicos.
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Para Guillermo Torres, dueño de El Pez Volador, pese a la crisis económica, "la lectura en estos tiempos se está reafirmando, más que en otros años, y puedo asegurar que los adolescentes llevan en cierta manera la punta con las novelas para el público juvenil".
El librero destacó que "hay cierto aporte en series en plataformas que se traducen a libros o viceversa que ayudan a que sea más fluido el comercio".
Las dificultades económicas de las familias de clase media y los recortes que tuvieron que hacer de sus gastos, también inclina la balanza a favor de los libros usados. "Los precios de libros nuevos están muy por arriba de lo que uno puede adquirir debido a la situación y lo que propone el libro usado es encontrar los mismos títulos, a la mitad o menos de ese valor lo que facilita la adquisición".
Rubén Farías, De la Manta Libros, destacó el espíritu autogestivo de la feria, organizada y desarrollada por los propios libreros, y el compromiso del público. "En estos tiempos de crisis económica la gente se vuelca más al libro usado que el nuevo por una cuestión de costos. Con excepciones, el libro usado siempre es mucho más barato que el libro nuevo y, en estas circunstancias, el lector que no puede dejar de leer encuentra más accesibles a los libros usados", apuntó.
Los libreros aseguraron que los lectores que asistan a la feria van a encontrar una variedad de textos tan disímiles como los catálogos de las mismas librerías que forman parte de la feria: habrá un buen stock de libros viejos, también ejemplares desaparecidos, clásicos de la literatura y mapas, planos, entre otras cosas raras. "Quienes visiten la feria seguro se van a encontrar con algo que es de su gusto y, también, de su poder adquisitivo", concluyeron.