El próximo viernes, de 11 a 15, en la plaza Pringles, se entregarán ejemplares de árboles nativos producidos en el vivero de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La actividad forma parte del Programa Arbolar que, en los últimos tres años ya entregó más de 7.000 ejemplares que dan sombra en viviendas particulares.
La céntrica plaza de Córdoba y Paraguay se llenará este viernes de ejemplares jóvenes de algarrobo blanco, manzano de campo, Sen de campo, acacia visco, tala, cina cina, palo borracho y jacaranda que serán entregados a quienes respondieron a la convocatoria lanzada hace diez días y se ofrecieron a cuidarlos.
Además, se realizarán actividades de sensibilización sobre el cuidado del arbolado y habrá intervenciones artísticas de estudiantes y graduados de la UNR.
El programa Arbolar se gestó hace tres años, como parte del del Área de Política Ambiental de la Universidad, y trabaja junto a gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, con el objetivo de fomentar la plantación de árboles, difundir los beneficios que tienen para la región las especies nativas y promover la cultura del cuidado del arbolado.
Desde sus inicios, allá por 2021, ya se entregaron más de 7.000 ejemplares de especies nativas cultivados en la facultad y en la Escuela Agrotécnica de Casilda. Todos, acompañados de un instructivo que indica los métodos de cuidados y los procesos de crecimiento de los ejemplares.
Especies nativas
Los ejemplares de algarrobo blanco, palo borracho o jacarandá se entregarán el viernes fueron producidos en el Vivero Forestal Agroecológico de la facultad de Ciencias Agrarias.
Si bien las especies forestales que más se difundieron entre los árboles urbanos fueron las exóticas, este programa sugiere utilizar especies nativas de la provincia ya que no sólo proveen servicios ecosistémicos como la producción de oxígeno o la reducción de la temperatura del ambiente, sino que sirven de hábitat de diversas especies animales y vegetales y reducen los impactos producidos por algunas actividades antrópicas como el ruido y la polución.
Asimismo, estas especies hacen un uso más eficiente de los recursos locales y sus demandas son menores, en la mayoría de los casos, que las de las especies exóticas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que las ciudades puedan ofrecer entre 10 y 15 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, distribuidos proporcionalmente según la densidad de población. La ciudad de Rosario tiene casi 12 metros cuadrados, por encima del resto de las grandes ciudades argentinas como Córdoba (7 m2) o Ciudad Autónoma de Buenos Aires (3,5 m2).