El museo Castagnino será escenario, el viernes y sábado, de un encuentro que no tiene precedentes en la ciudad: una muestra de arte digital y tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés). En la nómina de artistas que van a exponer sus creaciones hay rosarinos que descubrieron la posibilidad de experimentar y producir obras en nuevos formatos: son artistas que provienen de otros rubros relacionados para los que el lienzo es la pantalla y el pincel, el mouse. Así, trazan un nuevo puente para acercar a más personas a los museos y algunos venden sus obras en distintas plataformas a clientes de otras partes del mundo, aunque la salida de la mayoría provino de la experimentación, de ver qué pasaba si se usaban las herramientas laborales diarias para jugar un rato.
“Me fui perfilando como artista digital con las mismas herramientas con las que trabajaba. No hubo una idea previa: hice uno, me gustó y empecé a hacer más”, cuenta sobre su primera creación: el Duki, figurado como prócer, en un enlazamiento con José de San Martín. “Pensé en mezclar a San Martín con algún personaje que me interese mostrar como prócer. Lo hice jugando, salió, lo subí a mi cuenta de Instagram y a un montón de gente le gustó y lo compartió. Ahí me di cuenta de que había algo”, recuerda, y cuenta que será la primera vez que expone: “Tremenda primera vez”.
“Hacer una muestra en el Castagnino es muy importante. Esto es un salto de calidad para toda la movida. Hace relativamente poco hay un boom del NFT y eso motorizó que un montón de artistas digitales que ya estaban haciendo cosas encontraran circuitos donde mostrarse y que la gente los pudiera comprar”, comenta.
Menciona a la suerte cuando se le consulta por cómo busca o piensa las coincidencias para luego plasmarlas, aunque más que suerte se trata de un trabajo previo de experimentación con los collages y la búsqueda casi constante: “Hago fusiones que coinciden, pero que las pienso de manera intuitiva. Tengo un backup de imágenes y de prácticas que hacen que esas cosas se resuelvan solas”.
Mauricio siguió pensando y creando retratos. Cuando llevaba unos 15, se dio cuenta de que iba en serio: “Muchas personas me comentaban y me mandaban mensajes para pedirme las láminas y comprarlas. Los fui subiendo a Instagram, pero cuando vi que la colección tomó volumen, frené un toque y la empecé a trabajar como propuesta y a pensarla como un cruce entre los próceres, lo clásico, y lo moderno y actual. Ahora tengo unos 25 o 30 dibujos en mi colección”.
Con sus primeras creaciones no solo llegaron comentarios de desconocidos que pedían las imágenes para imprimirlas o para comprarlas, sino también de los personajes que el diseñador componía en sus creaciones. “Fito me mandó un mensaje por Instagram y me dijo que le encantaba lo que hacía. Algunos me comparten también. Dillom me comentó, Biza y Lali también, L-Gante me compartió”, repasa.
El primero que lo sorprendió fue Bizarrap: “Es un artista súper grosso pero que está súper atento a la gente que le escribe. Si hacés algo que lo ve y le gusta, aunque tenga 10 millones de seguidores te escribe, te pone me gusta o te comenta. Me parece re copado porque se toma el trabajo de contestar, y como lo hizo conmigo debe contestar a un montón de otra gente”.
Jugando a crear espacios imaginarios
Probando y rompiendo los moldes de las herramientas laborales también surgió la posibilidad de expandirse para Victoria Poirier (@ponio.ponio en Instagram), que arrancó en el criptoarte en febrero de 2021. Trabaja como interiorista en un estudio de arquitectura, pero en sus ratos libres diseña y produce obras de arte 3D en las que da forma y vida a espacios y paisajes surreales.
“Me empecé a meter y me encantó. Cuando salió el tema de las NFT, yo ya venía creando contenido artístico y no tan de interiorismo”, cuenta, aunque asegura que a la par sigue trabajando en el estudio.
El cambio de rumbo se dio después de que empezara a usar sus herramientas de trabajo de otra manera, sin pensar en los requerimientos clásicos que tiene en su día a día: “Empecé a darle a mi trabajo una veta más artística. Explorando, me interesó más ese lado porque soy libre de hacer lo que yo tenga ganas de hacer, con las formas que quiera”.
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Imagen: gentileza Victoria Poirier
Para ella, Instagram también significó una plataforma de despegue. A raíz de subir sus creaciones a la red social, empezó a tener más difusión y llegó hasta un diseñador australiano que la invitó a vender sus obras en Foundation, una plataforma que conecta artistas digitales con potenciales compradores para subastar NFT. “Eso me puso en contacto con muchos diseñadores, fue una puerta para conseguir otros trabajos”, afirma.
Desde ahí empezó a dedicarle más tiempo a la veta artística, pero siempre intentando disfrutar de sus creaciones en su tiempo libre.
En la exposición, mostrará una colección de imágenes bajo el concepto de “viajes del futuro y del pasado” a “espacios imaginarios y barrios desconocidos”.
El mantero de internet
El camino fue inverso para Leandro Torio, a quien todos conocen como Thör en redes: exploró tanto que las herramientas que fue aprendiendo le permitieron trabajar como animador e ilustrador digital. Así, descubrió una infinita cantidad de posibilidades para sus animaciones e ilustraciones.
“Vengo desarrollando, desde 2014, un estilo de animaciones en el cual hago una ondulación a la línea para generar un dinamismo y una transformación constante en objetos que parecieran que están estáticos. Trabajo más que nada con eso: son laburos minimalistas y en blanco y negro, aunque últimamente estoy metiendo algo de color”, explica.
Empezó a dibujar desde muy chico y con la primera computadora en casa, probó el paint. Después de eso, con internet, cambió todo: “Siempre estuve muy conectado con la tecnología. Todo fue autodidacta, así que se fue dando solo lo de dibujar digitalmente. Después empecé a trabajar con diseño y animaciones, pero todo fue al revés: por probar con la computadora, terminé aprendiendo herramientas que me permitieron laburar”.
Se define como un “mantero de internet” por la posibilidad que tiene, en la actualidad, de ofrecer sus creaciones a clientes de distintas partes del mundo: “Trabajaba freelance con distintos clientes sobre animación, ilustración y edición de video, pero desde el año pasado me metí en el mundo del criptoarte y descubrí una forma de trabajar más independiente, incluso más que el freelance. Le ofrezco mis creaciones a cualquier persona del mundo que me quiera comprar, sin que un cliente me pida algo específico”.
Sus trabajos los ofrece en una plataforma de arte generativo, sobre la que cuenta: “Empezó siendo arte por código, con programadores que generaban imágenes a partir de código. Todos los que compran tienen una imagen generada al azar, algo único, que no se repite”.
“Lo que hago es crear muchas capas de ilustraciones que se recombinan gracias al azar, y terminan siendo piezas únicas. El último proyecto fueron 900 capas distintas que se podían combinar entre sí, con una cantidad de resultados inimaginable”, detalla.
Nuevos artistas
Las nuevas iniciativas y formas de concebir el arte traen la discusión entre lo nuevo y lo clásico. Mauricio considera que para romper la norma, hay que conocerla y adoptarla: “La mirada tradicional es insalvable, no podés no tenerla. Crecí viendo las obras clásicas y si o si tengo que tener un backup de cuando crecí, entre la década de 1990 y 2000. Después, internet hizo que todo explote”.
En las redes, las creaciones se ven de a montones, algo que Mauricio destaca y da puntapié a que la mirada de quienes hoy son más chicos será distinta, incluso, en comparación con la que existe hoy: “Hay mucha gente haciendo muchas cosas muy copadas a la vez. Creo que hoy los pibes que crecen en internet viendo esas imágenes pueden ser otro tipo de artistas, con otras miradas”.
Muestra y charlas en el Castagnino
Por primera vez en la ciudad, un museo albergará una muestra de arte digital y de NFT. Serán 20 piezas que se van a exponer en la sala central del museo Juan B. Castagnino el viernes y sábado, y hay artistas locales e internacionales anunciados. La exhibición no tendrá subasta ni venta directa.
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Por su parte, habrá charlas en las que disertarán referentes del mundo NFT, arte digital, cripto y blockchain sobre el potencial que tienen los tokens no fungibles y sus diferentes aristas legales y económicas en el mercado del arte.
Las dos jornadas se desarrollarán en un horario especial por las características de estas obras: de 18 a 22, con inscripción previa y entrada gratuita. Para asistir a la muestra o a las charlas, los interesados pueden inscribirse en este sitio.