La implementación de la tarjeta Sube permitirá engrosar en 900 millones de pesos los fondos que el gobierno nacional destina al sistema de transporte público de Rosario. El número representa más del doble de lo recibido por el servicio de colectivos local desde el comienzo del año, una cifra interesante para aliviar la crítica situación del transporte urbano de pasajeros.
“La semana pasada dimos un paso importante para la llegada de la Sube a Rosario”, destacó el secretario de Transporte del gobierno nacional, Diego Giuliano, en diálogo con La Capital.
Durante el viernes pasado, los equipos técnicos del sistema de la tarjeta nacional se reunieron con sus pares del municipio para empezar a concretar el traspaso entre la tarjeta Movi y la Sube. Fue la primera de una serie de encuentros de trabajo que, estimó el funcionario nacional, terminarán a fin de año cambiando la forma en que se abonan los viajes en colectivo.
Según destacó el funcionario nacional no se trata sólo de un cambio de tarjetas. La implementación de la Sube traerá aparejada una serie de beneficios a jubilados y pensionados, personal de trabajo doméstico, ex combatientes de Malvinas y beneficiarios de programas sociales, entre otros; pero también un cambio en la política de subsidio al transporte del interior del país.
“De esta forma se posibilitará que el subsidio al transporte vaya directamente al pasajero y pasajera. Este es el objetivo fundamental, que los atributos sociales lleguen a la gente”, sostuvo Giuliano.
Ingresos extra
Según destacó el secretario de Transporte, una vez que la Sube se suba a los colectivos rosarinos, se calcula que se realizará “un aporte 900 millones anuales más al sistema del transporte público de la ciudad”.
De acuerdo a datos de la repartición nacional, durante 2019 se giraron al transporte local 510 millones de pesos. En 2020 esa cifra se duplicó: fueron 1.108 millones de pesos. El año pasado, los subsidios nacionales llegaron a 1.778 millones de pesos y en lo que va de este año ya se invirtieron 409 millones.
Así, el ingreso extra que inyectará la implementación de la Sube al alicaído servicio de colectivos urbanos rosarinos representa más del doble de lo recibido en los últimos cuatro meses.
“La puesta en marcha de la Sube inyectará recursos genuinos al sistema de la ciudad. Además, permitirá un mejor control de los subsidios que en lugar de ir a la jurisdicción o a las empresas se destinará a los usuarios”, describió Giulliano.
El gobierno nacional accederá también a información para evaluar la calidad del servicio, como la magnitud de la flota que se utiliza o el número de pasajeros transportados.
Los pasos a seguir
En el territorio santafesino, la tarjeta Sube ya está instalada y funcionando en Reconquista, Venado Tuerto, Rafaela y la capital provincial. A nivel nacional funciona en la ciudad de Buenos Aires y en 45 localidades de las provincias de Jujuy, Formosa, Chaco, Catamarca, Corrientes, Entre Ríos, San Juan, San Luis, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego.
En todas estas localidades el cambio de sistema demandó varios meses de trabajo. El viernes pasado, Giuliano se reunió con el intendente Pablo Javkin para avanzar en ese sentido, también presentó la iniciativa en el Concejo Municipal y los equipos técnicos de ambas jurisdicciones tuvieron su primera reunión de trabajo.
“Hay una buena predisposición de parte del municipio para empezar a transitar este cambio. Hay voluntad para que la Sube avance en Rosario”, sostuvo el secretario de Transporte.
De todas formas, los pasos a seguir no son pocos. El primero es firmar el convenio entre el municipio y el Ministerio de Transporte para iniciar el traspaso. Después hay que compatibilizar el sistema tecnológico que se utiliza actualmente con el nacional y renovar las canceladoras que tienen actualmente los colectivos rosarinos.
Para esto, el Ministerio de Transporte puso en marcha una licitación para la adquisición de nuevas máquinas para localidades del interior del país.
Una vez instaladas en los colectivos, restará la capacitación para los operadores del sistema y extender los puntos de venta y recarga de tarjetas Sube en la ciudad.
De acuerdo a los planes que se manejan en las oficinas de Transporte, se planifica llevar adelante todo el proceso durante el 2022.