Con motivo de su octavo aniversario, el grupo 12 Pasos invita a una reunión en la que se abordarán diversas miradas vinculadas a la problemática del alcoholismo como enfermedad. La actividad está organizada junto a Alcohólicos Anónimos (AA) y se realizará este jueves, a las 16, en la Congregación Evangélica Alemana Rosario, ubicada en Oroño 601. La reunión es abierta y gratuita, e invita a todo aquel que necesite un espacio de contención y ayuda sobre la problemática.
Desde la organización del cónclave anticiparon que la charla abordará las dificultades que padece tanto un alcohólico como sus familiares y el entorno. Disertarán médicos, psicólogos y enfermos en recuperación. También habrá testimonios de familiares.
El médico clínico Diego Bertola hablará de todas las enfermedades que son generadas a partir del alcoholismo, en tanto que la psicóloga y titular de la Agencia Municipal de Abordaje de Consumos Problemáticos, Sofìa Medun, disertará desde un punto psicológico sobre la enfermedad y el pastor Rudinei Bischoff dará una mirada desde el plano espiritual.
Además, habrá testimonios de alcohólicos en recuperación y de familiares. “Invitamos a todos los rosarinos, tengan o no un conflicto con el alcohol. Todos conocemos a alguien que le podemos contar de AA, para que se acerque y pueda comenzar una recuperación", convocaron.
Desde la organización remarcaron que el programa es gratuito y sólo se necesita la voluntad de empezar con el tratamiento. “Es un buen espacio para escuchar e informarse sobre los estragos que produce el alcohol, como adicción y como enfermedad”, sostuvo uno de los representantes de 12 Pasos.
“Queremos que todos conozcan esta posibilidad, este grupo de AA que trabaja en la rehabilitación de personas con dependencia alcohólica y la recuperación que alcanzan. Se considera al alcoholismo como una enfermedad, y AA ofrece de manera gratuita, una terapia de acompañamiento y contención a quienes lo padecen, sean hombres o mujeres”, agregan.
Un programa exitoso a nivel mundial
Alcohólicos Anónimoses una comunidad de hombres y mujeres que se reúnen para otorgar fortaleza, esperanza y recuperación del alcoholismo. Es un servicio gratuito y anónimo. "El porcentaje de recuperación en alcohólicos anónimos es muy alto", afirmaron desde la organización.
El alcoholismo es una enfermedad designada así por la OMS y Alcohólicos Anónimos toma el mismo concepto según el cual el alcoholismo no es un vicio, no es un desvío moral. Es una enfermedad, lenta, progresiva y en algunos casos mortal, una enfermedad crónica porque dura toda la vida ya que en la dependencia alcohólica hay recuperación, pero no hay cura.
Se estima que en todo el país hay más de 700 grupos de Alcohólicos Anónimos que operan distribuidos en numerosas localidades. AA es una entidad que no brinda ni asistencia ni prevención, porque no es de carácter profesional.
"Cuando una persona llega se encuentra con un grupo de personas que vivió lo mismo, le convidan un café, un mate y después de la primera reunión se busca darle contención haciéndolo sentir importante, cobijando como ser humano y ese es el milagro de AA", destacaron.
Desde 12 Pasos explicaron que el alcoholismo es una enfermedad que tiene 4 etapas. La primera es de "Experimentación", que es el primer vínculo que tiene la persona consumidora con el alcohol, ahí se establece un vínculo que se denomina de "Luna de miel" porque es cuando "está todo bien, es todo perfecto, placentero", es decir tanto en la experimentación como en el uso, el consumo no tiene síntomas, de hecho, hay personas que toda la vida toman alcohol ocasionalmente y nunca llegan a desarrollar el alcoholismo.
Después de estas dos primeras etapas se da una tercera que es el "abuso" de esta sustancia y es ahí donde ya se trata de una enfermedad declarada. Hay una delgada línea entre el "uso" y el "abuso" del alcohol, cuando hay abuso empiezan a haber problemas orgánicos, psíquicos, la persona se olvida de las cosas, hay un enlentecimiento en la forma de pensar, gastan su sueldo en alcohol, la persona se borra de la familia, se aísla.
Y una vez que se pasa del uso al abuso, ya no hay vuelta atrás, cuando una persona se diagnostica como alcohólica, lo es hoy y para toda la vida, porque el miedo de caer nuevamente está latente.
Finalmente, después del abuso hay una cuarta etapa que es la de la "dependencia" caracterizada por un síndrome de abstinencia, que se da cuando la persona no tiene esa sustancia en el organismo y comienza a experimentar palpitaciones, sudoración, irritabilidad, insomnio, angustia.
Otra característica es el síndrome de tolerancia a partir de la cual la persona necesita consumir más cantidad o más veces a la semana y la vida circula en torno a la botella; la compulsión que es la obsesión por conseguir la bebida; no importa nada más.
"Hay una desesperación por el químico, y finalmente la impulsión que es la agresividad o violencia a la que llega una persona bajo los efectos del alcohol", concluyeron respecto a los estadíos de la enfermedad.