"Esta es una casa de libros", dicen a dúo el decano de la Facultad de Humanidades y Artes, Alejandro Vila, y el director de la UNR Editora, Nicolás Manzi, quienes preparan el 75º aniversario que la casa de estudios celebrará esta semana. De la afirmación no hay dudas: cada una de las escuelas de la facultad cuenta con su propia biblioteca, solo la de Letras alberga 40 mil volúmenes, entre ellos la colección Leopoldo Marechal; otro tanto sucede con la de Filosofía, que además hace lugar a los libros que pertenecieron al argentino Adolfo Carpio -único discípulo de Martin Heidegger en el país-, y con la Biblioteca Central que en la antigua capilla cuenta con 50 mil tomos y el proyecto de rehacer sus antiguos vitrales justamente con la imagen de lomos de libros.
Con esa historia, cada año cumplido se celebrará este viernes y sábado con la presencia de feria entre las que habrá editoriales locales, porteñas, independientes y de diferentes rincones del país, en un encuentro que promete convertirse el inicio de una tradición en la ciudad y donde además no faltarán los homenajes: la entrega el doctorado Honoris Causa a la es ministra de Cultura, María de los Ángeles Chiqui González, y la apertura sobre el ingreso de calle Corrientes de una librería que llevará el nombre de Augusto Roa Bastos, el escritor paraguayo que pasó como docente por esas aulas, y donde se venderán los libros de la UNR y los del sello propio de la facultad (HyA Ediciones).
"Todas esas bibliotecas que decimos que tiene la facultad son justamente el resultado del paso de mucha gente por este lugar, de donaciones de docentes, de personas que fueron dejando libros, marchas, huellas y relecturas", señala el decano, y recalca justamente cómo en ese camino de 75 años la facultad pasó de tener una imprenta a "una editorial que es un lugar de referencia, que permite tener una política editorial y así un catálogo que enorgullece".
Mostrar los libros, intercambiarlos, ponerlos a circular y sacarlos a la calle es una fiesta desde tiempos inmemoriales y así lo recuerda Manzi.
image - 2022-03-22T142804.780.png
El encuentro reunirá a 75 editoriales independientes y universitarias de todo el país.
"La Feria del Libro de Frankfurt tiene antecedentes desde 1200 cuando los monjes se encontraban a intercambiar copias; así fue desde siempre un espacio de encuentro de quienes editan y quienes escriben más allá de los procesos y de la mercantilización del libro", recuerda.
Una feria, una costumbre
Lo cierto es que desde el mediodía del viernes 75 editores de todo el país que desde la crisis de 2001 a esta parte se convirtieron en una referencia de las editoriales independientes desembarcarán en el histórico edificio de Entre Ríos al 700 con material sobre literatura, historietas, psicología, filosofía, ensayos y música.
"La idea es dar visibilidad a eso que pasa y que no es hegemónico y recuperarlo", señaló Manzi, al explicar que quienes vendrán a la ciudad son justamente quienes tras la concentración de los grandes sellos editoriales en los años 90 comenzaron tras la crisis de 2001 "a sacar los libros a la calle de múltiples maneras y ponerlos a disposición de la comunidad, siguieron trabajando todos estos años, se especializaron y hoy son una referencia".
La meta es que el encuentro se haga costumbre. "Proyectamos que sea una tradición, que se espere marzo en Rosario y en Argentina para visitar nuestra casa y la feria de editoriales, que seguramente se ampliará en el futuro. Aspiramos a que sea una feria internacional y que nos visiten editoriales universitarias o independientes del Mercosur", sumó Vila.
Durante las dos jornadas, habrá espacios de diálogo e intercambios. El viernes, Nora Catelli, Martín Prieto y Sergio Delgado dialogarán en el marco de la presentación del libro "Desplazamientos necesarios y Saer en la literatura argentina" y el mítico editor Daniel Divinsky será parte de una charla abierta al público; en tanto, el sábado, Guillermo David, coordinador Cultural de la Biblioteca Nacional Argentina hablará justamente de la necesidad y los proyectos para descentralizar y federalizar hacia el resto del país desde el centro porteño.
Homenajes: Roa Bastos y Chiqui Gonzáles
Sin dudas, los dos homenajes que se llevarán adelante en el marco de las celebraciones serán sin dudas los platos fuertes de las jornadas.
El primero será al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos que supo ser docente en la facultad y cuyo nombre será el que llevará la librería que se inaugurará el sábado, a las 11, sobre el ingreso que la facultad tiene sobre Corrientes. Para Vila, la apertura del espacio es razón de festejo en sí mismo, pero además "es un acto reparatorio", afirmó.
"Roa Bastos fue profesor de esta casa de estudios y cuando en 1979 vino a pedir su documentación a la facultad para poder obtener su jubilación como docente, la dictadura se los negó", contó el decano, que señaló que en este acto se busca "de algún modo resarcir eso que sucedió" durante la última dictadura cívico militar.
A Chiqui González, graduada y docente de la facultad, tendrá el segundo y gran homenaje que la Universidad se propone hacer con la entrega del doctorado Honoris Causa, un acto en plena calle Entre Ríos.
"Chiqui nos hizo interrogar el mundo como docente, en el teatro y en la gestión y porque dejó huellas sobre las que caminamos -señaló Vila-. Aún hoy con ella y con su obra pensamos las infancias, la cultura, los derechos humanos y este es un acto que esperamos hasta ahora porque queremos que sea presencial, queremos abrazarla, que puedan venir a verla y agradecerle todo lo que nos ha dado".