El Premio Nobel de Física 2023 fue para quienes investigan eso que suceden en la fracción de tiempo más breve; procesos que para el ojo humano son imposibles de capturar. De eso se trata la attociencia, ese novedoso territorio de la física a que se abocan los recién galardonados por la Real Academia Sueca de Ciencias ya desarrollan a nivel experimental y que en el Conicet Rosario tiene a un equipo de investigadores del Instituto de Física Rosario (IFIR) desarrollando líneas de investigación en ciencia básica en ese mismo sentido.
El máximo galardón internacional se conoció este martes y fue para el francés Pierre Agostini, el austro-húngaro Ferenc Krausz y la sueco-francesa Anne L’Huillier, que desarrollaron "métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia”.
Omar Fojón, investigador del IFIR y docente de la Facultad de Ciencias Exactas de Universidad Nacional de Rosario (UNR) es uno de los físicos locales que trabaja en la investigación de los attopulsos, eso que sucede "en la fracción de segundo más corto que ha logrado medir el ser humano" a través de la tecnología láser, explica el investigador a La Capital.
Un attosegundo es una quintollonésima de segundo. La Academia Sueca explicó en el marco de la premiación que “un attosegundo es tan corto que el número de ellos en un segundo es igual al número de segundos que han transcurrido desde que surgió el universo, hace 13.800 millones de años".
Justamente los experimentos galardonados produjeron "pulsos de luz tan cortos que se miden en attosegundos”. ¿Para qué sirve esa escala temporal? Explican que los attosegundos son la escala de tiempo natural del movimiento de los electrones en átomos, moléculas y sólidos.
La investigación local
Fojón, en una segunda estadía posdoctoral en 2002, en Madrid, se familiarizó con los primeros attopulsos. Ya en Rosario y como director de trabajos que lleva adelante junto a otros investigadores del IFIR, como Diego Boll, lleva adelante estudios teóricos de ciencia básica sobre "la interacción de los attopulsos con átomos y moléculas para poder controlar la reacción química".
Y más aún, el físico explicó que el objetivo final cuando hay diferentes caminos en esas reacciones, es justamente "lograr reacciones controladas para producir sustancias que no se darían de forma natural".
El científico comparó la tecnología láser que se utiliza para capturar esa fracción de tiempo brevísima con la fotografía. "Es como cuando se toma la imagen de un auto en movimiento en la oscuridad con alta exposición y de ese modo, las luces aparecen como una línea en la imagen. Si se disminuye el tiempo de duración del flash de luz se logra detener el auto y las luces y se obtiene una instantánea", explicó para dar cuenta de la manipulación de los procesos atónicos y moleculares, y para dar una idea del tiempo en esa dimensión agregó: "Una trillonésima de segundo es el tiempo que un electrón da una vuela en un átomo de hidrógeno".
Si bien los cálculos que se realizan en el IFIR son cálculos teóricos, Fojón explicó que llevadas a la ciencia experimental estas investigaciones, de avanzar, pueden tener, entre otras, aplicaciones para llevar adelante diagnósticos médicos más precisos, tal como declaró el Comité Nobel en su anuncio.