Los médicos de la Maternidad Martin no dan abasto. La tercera ola de coronavirus dejó en evidencia una situación que vienen sosteniendo desde hace cuatro años, cuando se realizó el último concurso para el ingreso de galenos. A esto se agrega que algunos se jubilaron y el año pasado fallecieron dos, por Covid, que nunca fueron reemplazados. Para paliar la situación, lo único que se hizo fue contratar de forma precaria a profesionales reemplazantes, que intentan cubrir los huecos. Hacen más guardias que cualquiera y no se les realizan aportes sociales, ni tienen vacaciones pagas.
Con los enfermeros, mucamos y camilleros sucede algo peor: ni si quiera se reemplazan. Entonces, cuando alguno se enferma se cierran las salas porque no hay quien atienda a las pacientes, ni personal que pueda limpiar las habitaciones donde suelen quedar internadas las mujeres puérperas.
Y en plena tercera ola de pandemia, no es poco el personal contagiado que no fue reemplazado, lo cual impactó directamente sobre quienes continúan trabajando, así como en la atención de las mujeres.
Los médicos se decidieron hacer pública la situación luego de que se vieran obligados a atender a las mujeres en los pasillos del nosocomio.
Lo primero que hicieron fue elevar una nota firmada por los profesionales a la Secretaría de Salud Pública. Eso fue el 17 de enero y hasta ayer no habían recibido ninguna respuesta.
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Allí contaron que mujeres embarazadas se ven obligadas a realizar el trabajo de parto en las salas de espera, sin que se les puedan realizar los controles correspondientes, lo que supone una riesgosa situación para la parturienta y para el bebé.
Además, los médicos debieron reprogramar cesáreas e inducciones; y hubo demoras de hasta cinco horas para recibir a mujeres febriles porque no hay dónde atenderlas.
“Nosotros nos aguantamos muchas cosas en las guardias, hacemos 36 horas semanales y no le tenemos miedo al trabajo, nadie se queja de eso, pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos de todo el personal”, dijo una médica refiriéndose a enfermeras, mucamas y camilleros.
A la falta de personal se suma la situación sanitaria general que se está viviendo también en los otros nosocomios de la ciudad, por lo que el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) termina llevando más pacientes a la Maternidad Martin, ya que no pueden recibirlas en las salas que les correspondería, también por la falta de personal. Pero ahora, los médicos del efector de Moreno y San Luis pidieron que no se deriven más mujeres porque no pueden garantizar la atención.
Uno de los médicos jefes de la Maternidad, Juan Pablo Pineda, relató una situación entre tantas que le tocó vivir en estos días: “El Sies estaba en la puerta de la Maternidad con una mujer en trabajo de parto, y no teníamos dónde revisarla. Tuve que atenderla en un pasillo y plantearle al médico del Sies que no tenía donde hacer el parto. Al final, terminaron sacando a una paciente de quirófano para que entre esta”, ejemplificó dando a conocer lo que se vive a diario en el efector municipal.
“Habitualmente no nos manejamos así, tratamos de brindar una atención de excelencia, pero necesitamos que se reemplace a los que están enfermos”, manifestaron los profesionales que desde hace más de ocho años trabajan allí.
En este momento, en la Martin tienen clausurado el 30 por ciento del edificio por falta de personal.
De las siete camas para preparto, ayer había solo cuatro disponibles y de las tres salas de parto funcionan dos. Pero eso no es todo, de las 40 camas para las mujeres que acaban de parir, hay 10 bloqueadas por falta de personal. Sin embargo, el flujo de pacientes no cesa y la ecuación no cierra.
Sobrepasados por la situación salieron a contar a los medios lo que están viviendo y aguardan una pronta solución.