A diferencia de lo que hace pocos días informaba el Observatorio de Internet en la Argentina, que la pornografía lidera por lejos las búsquedas en la web, desde Google sostienen que al menos durante el último mes los rosarinos privilegiaron otro tipo de consultas, genéricamente ligadas al deporte, la educación y el clima. De visita en Rosario, el responsable de Comunicación de Producto de esa firma multinacional en el país, Matías Fuentes, aseguró que los usuarios de internet "buscan sobre todo acerca de temas que les preocupan, les interesan y que desconocen". Y a futuro, Google, el buscador más utilizado en el mundo, con arriba de 3 mil millones de consultas diarias, funcionará cada vez más como "asistente", algo así como lo que Robotina era para los Supersónicos, pero en el universo virtual e igualmente capaz de simplificar diferentes aspectos de la vida.
Fuentes es muy joven: con sólo 32 años, lleva ya cuatro en Google Argentina y ejerció otros tantos como periodista, especializado en temas de tecnología, un tópico que lo apasiona. El resto, el empalme entre esos dos intereses en su desarrollo profesional, fue pura convergencia histórica: ¿cómo pensar hoy en un periodismo sin búsquedas en la web?
—En nuestro oficio casi ni podemos recordar cómo podíamos trabajar sin internet. Y ya es algo que le pasa a la gente en general: cuesta vivir sin Google.
—El cambio de paradigma lo dio internet. Google cumple un rol muy importante, pero la verdadera revolución fue la web. Para hablar de periodismo, algo que ambos conocemos, revolucionó la forma de buscar y acceder a información, el modo de mantener contactos, de reclamar datos a las autoridades y de chequearlos. Nos cambió también los procesos: antes pensabas "llamo a tres fuentes y está confirmado", mientras que ahora tenemos un montón de rumores e infinidad de fuentes por las redes sociales que vinieron a sumarse. Todo eso genera nuevos desafíos a la comunicación. Por suerte Google está desempeñando un rol muy importante porque entiende cómo es ese proceso de investigación para el periodismo y de consulta para la gente, que todos los día lo elige como su buscador.
—Hace poco se dijo que la pornografía era el gran tema buscado en Argentina por internet. ¿Qué ven ustedes?
—Dos cosas. La gente busca sobre todo temas que le preocupan, le interesan o que desconoce. Por ejemplo, ante el brote de una enfermedad poco conocida, como fue el virus H1N1. Y luego hace búsqueda de términos relacionados: formas de contagio, medidas de prevención, qué hacer ante los síntomas. Y también se da mucha búsqueda como retroalimentación con todo el ecosistema de noticias que va surgiendo de las redes sociales, de los propios medios de comunicación y de la misma internet. Hay una suerte de círculo: surge un rumor en Twitter, la gente empieza a buscar el tema, eso replica en los medios que hacen el valiosísimo trabajo de chequear el rumor, investigar y reportear a los que saben, a generar información noticiosa. Si ese rumor se confirma, los medios lo publican y así se reinicia el círculo. Y volviendo a tu pregunta, la pornografía no es puntualmente lo que más se busca, no en primer lugar. Nosotros publicamos un resumen, "El año en búsquedas", donde vemos qué temas vienen creciendo para advertir tendencias.
—¿Y qué va primero?
—Redes sociales, como Facebook y Twitter; se buscan mucho los correos electrónicos, Hotmail, Gmail; You Tube; juegos on line, y cada tanto aparece algo más específico a partir de algo fuerte que haya pasado en un año.
—¿Y los rosarinos?
—En los últimos 30 días, las términos de consulta que más crecieron en Rosario fueron Día del Maestro, Gran DT, Juan Gabriel (a partir de que una celebridad muere suele ser muy buscada); medallero olímpico, tanto de los Juegos Olímpicos como Paralímpicos; Subportal de Educación de Santa Fe; el sitio de fútbol Promiedos, que habla mucho sobre el descenso; pronóstico extendido para Rosario; Wind Gurú; símbolos de Twitter (nuevos emoticones) y por último Del Potro.
—¿Qué consejos de seguridad da para buscar por Google?
—Tenemos un sitio de seguridad, Google.com/centrodeseguridad, que recomiendo visitar. En líneas generales, lo principal es proteger nuestras contraseñas porque no luchamos contra personas, sino contra máquinas que trabajan para esas personas. Primero, no compartirlas con nadie; que no sean fáciles (como mínimo, 8 caracteres con números, letras y símbolos); no utilizar teclas consecutivas (1, 2, 3, 4, 5, 6 ni q, w, e, r, t, y), y nada que haga referencia a nuestras personas. Hoy muchos ataques se dan por "ingeniería social": yo quiero muchísimo a mi perrito Rocky, pero si publico su foto con su nombre en Instagram y después lo uso como contraseña no va. Tampoco usar palabras que existan en el diccionario, ni la propia palabra contraseña. Y algo más: no repetirlas.
—¿Y cómo se vive con mil contraseñas?
—Es difícil, pero hay dos cosas. Las contraseñas se pueden anotar, pero en un lugar muy seguro, como Google Drive. Y otro consejo: si se perdió una contraseña y el sitio ofrece recuperarla, hay que completar todo el proceso, no dejarlo por la mitad.
—¿Y para transacciones?
—En primer lugar, que las máquinas sean seguras, que los sitios tengan candaditos y que el "http" lleve la "s"(https); tratar de no usar redes públicas (como locutorios). Y tener cuidado con los mails porque la mayoría de los problemas que vemos son por adulteración de identidad: te mandan un mail que se parece mucho al de un servicio o un banco, pero no lo es, por eso hay que prestar gran atención a la dirección. Y nunca cliquear el link que el mail te propone para pedirte un cambio de contraseña. Mejor cerrar el correo y escribir la dirección uno mismo.
—¿Google resuelve cada vez más necesidades cotidianas?
—Exactamente, nos vamos convirtiendo en un asistente. La muestra más clara es Google Now, que te ofrece información antes de que la pidas. Por ejemplo, yo programo mi viaje a Rosario, hago mi reserva por la web, ese sitio me manda un correo con datos de mi alojamiento. Pero tengo conectado Google Now y le permito que acceda a todo eso: cuando lo detecta me empieza a dar automáticamente información que cree relevante: clima, noticias del lugar, si es otro país el cambio de moneda; si hay congestión o un accidente me dice por dónde ir... Y otras muchas pequeñas instancias que a futuro se van a ir incorporando en formato de asistentes para pequeños dispositivos. Hace poco presentamos un dispositivo hogareño sin pantalla, al que se pueden hacer preguntas y que responde: a qué hora tengo mi próxima reunión, si mañana voy a precisar paraguas.
—En los 60 se pensaba el futuro ligado a la robótica como en "Los Supersónicos". ¿La informática tomó el relevo?
—Creo que en algún momento la robótica también va a avanzar y a estar más presente en nuestra vida cotidiana, pero ocurre que la informática es más fácil de implementar. Porque la robótica comparte el ambiente con el humano: si te metés adelante de un robot que pone tornillos en una automotriz te vas a tener que correr del medio porque si no te va a atornillar la mano. Pero cada vez va a tener más desarrollo. No sé si es como uno se imaginaba a Robotina ayudando a limpiar el living, pero en parte se va a dar.
—Por ahora entonces Google no limpia...
—No, pero te recuerda que tenés que limpiar porque va a haber una fiesta en tu casa.