Detectaron una necesidad en el barrio y lo transformaron en un proyecto para dar respuesta a esa urgencia. Con esta premisa, después de un año de trabajo, un grupo de estudiantes de tercer año de la tecnicatura superior en logística del Instituto Superior Nº 4.081 Natividad del Señor entregó una cocina hecha con materiales reciclados.
Dentro de la tecnicatura, los estudiantes tiene un seminario de seminario de práctica profesional, donde les proponen detectar una necesidad de la zona y pensar una respuesta a través de la logística inversa: aprovechar materiales que ya no se usan y darles una nueva utilidad.
"Lo que para una empresa es un residuo para otro puede ser materia prima para algo que responda a una necesidad", resume a La Capital Marcela Nobili, docente de la tecnicatura y coordinadora de las carreras del instituto.
En este caso, fue el diseño y construcción de una cocina de alto rendimiento para el comedor comunitario Niños del Futuro, ubicado en el barrio La Esperanza o El Churrasco, en el extremo norte de Rosario. El aparato funciona con briquetas naturales hechas también por los estudiantes, ya que el objetivo además es abaratar costos.
Del combustible a la cocina
Como algunos de los estudiantes trabajan en empresas de la zona, para la fabricación de la cocina recolectaron tambores de combustible desechados. Los acondicionaron y los transformaron en una cocina.
Del proyecto participaron unos 15 alumnos y fue desarrollado durante todo el año. La primera cocina fue entregada a principios de octubre al merendero Niños del Futuro que está en el barrio y ya están trabajando en una segunda cocina para otro comedor que Niños del Futuro abrió para unas 30 familias de la isla .
"Esto para nosotros es muy útil. El comedor que tenemos es a pulmón, lo hacemos con gente del barrio que nos ayuda y nos parece muy lindo que los chicos hagan un proyecto comunitario para un comedor que le va a hacer falta", dijo Beto, uno de los responsables del merendero, en un video que colgaron en las redes sociales del Instituto. Allí contó que Niños del Futuro funciona tres veces por semana y da de comer a unas cincuenta familias.
Un trabajo a pulmón
En el Instituto Superior Natividad del Señor se dictan dos carreras: la tecnicatura en logística y el profesorado en enseñanza primaria. "Nuestro instituto tiene una impronta marcada en ambas carreras: todas las actividades que hacemos tienen que tener un impacto social y una mirada hacia el otro", resumió la docente Marcela Nobili.
Así como este año construyeron cocinas sin necesidad de gas, en años anteriores hicieron caloventores para ambientes internos, calefones solares y muebles.