La nostalgia por la multitudinaria presencia física no pudo ocultarse pero, en medio de la tragedia sanitaria, las asociaciones de la XXXVI Fiesta de Colectividades terminaban al mediodía de este lunes de tomar los últimos pedidos y hacer los repartos, y explicitaban su alegría por la inédita y exitosa experiencia virtual. La felicidad se basa en corroborar, delante de una difícil situación y vista la participación de los rosarinos, que la Fiesta es una parte inseparable del ADN de la ciudad, y en poder atender algunos problemas económicos y sociales causados por la pandemia. La evaluación positiva de la celebración 2020 es tal que los representantes de las comunidades extranjeras y la Municipalidad de Rosario evalúan replicar la modalidad gastronómica a distancia en otras fechas a lo largo del año.
“Debido a los amontonamientos de gente, la Fiesta no se ajustaba a ningún protocolo”, recuerda Antonio Tosca, vicepresidente de la Asociación de Colectividades Extranjeras de Rosario y representante del Centro Navarro, “y tras muchas reuniones se llegó a la decisión de hacerla igual. Hace 36 años que organizamos el encuentro y ni en 2001 (por la crisis política y económica) dejamos de hacerla”.
Así, durante los fines de semana iniciados los viernes 6 y 13 de noviembre, a los que se sumó luego éste del 20, con el lunes feriado incluido, las colectividades propusieron un contacto mediado por la tecnología, pero no menos sentido y emotivo. El puente fue el mismo de siempre, sus tradiciones culturales, incluyendo la gastronómica. Las redes sociales sirvieron de platea para la música, el baile, el canto y otras artes, y la página web municipal Vidrieras en Red hicieron de nexo entre los manjares del mundo y sus comensales. La página oficial llegó a contabilizar 1,8 millón de visitas durante la Fiesta. Para la distribución de los platos, se utilizaron los servicios de delivery y para llevar o take away.
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Aguante la vacuna
La colectividad belarusa, rusa y ucraniana había arrancado temprano con su trabajo al ofrecer en su página de Facebook tapabocas de la Biblioteca Cultural Rusa “Alejandro Pushkin” que los congrega. Allí también había videos con música tradicional y bailes típicos con integrantes de cuerpos locales y extranjeros, e imágenes de anteriores encuentros de Colectividades, así como ancestrales recetas de cocina.
Con su cocina afincada en Mendoza al 1500, “los rusos” supieron aprovechar la actualidad noticiosa y repartieron sus varenikes y pelmenis (ravioles de ricota o cordero), niños envueltos y postres, esperanzados, “mientras esperamos la llegada de la Sputnik V”, rezaban sus sliders y promociones en relación a la vacuna contra el Covid-19 de esa nacionalidad.
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Crédito: Facebook / Colectividad Belarusa, Rusa y Ucraniana de Rosario
Una bota solidaria
Según Lucas del Chierico, representante de las instituciones italianas que conforman el Sei Italia: “Este año no sentimos ese clima de Colectividades tan especial, pero entendemos que nunca va ser lo mismo lo virtual en relación a un encuentro de semejante magnitud”. Los italianos montaron un operativo que involucró a seis asociaciones regionales para llegar a los cinco distritos de la ciudad.
Luego de tres fines de semana a pura porchetta y tiramisú, a través de del Chierico, las asociaciones Veneta, Molisana, Basilicata, Toscana, Abruzzesa y Sarda se dijeron “contentas” por la llegada de la propuesta. “Fue un suceso de ventas, que en realidad no esperábamos, vendimos todo”, confirma el representante de una bota italiana que, solidaria, va más allá de la caja: “Si bien fue difícil llegar a la gente, estamos contentos porque pudimos hacer algo, conseguimos ayudar a las instituciones que están muy golpeadas con la crisis con un ingreso que no esperábamos tener”.
Un sapucai en Tik Tok
Las redes sociales sirvieron para reemplazar los encuentros físicos y con sus nuevos formatos también para unir a las colectividades extranjeras a través de diferentes objetivos y modalidades. El Rosariocolectividades de Instagram albergó el concurso Colectividades Tik Tok donde cada asociación debía depositar un minivideo de promoción de su cultura.
Arreció la creatividad y mientras la comunidad iraní daba cuenta de su origen étnico, la asturiana, vasca, española, navarra y helénica mostraban diferentes atuendos tradicionales, y la gallega y la molisana hacían lo mismo con sus bailes. Se destacó una interpretación de un guitarrista y una poeta de la región Alcara Li Fusi que, si bien no obedecía exactamente al lenguaje fragmentario de Tik Tok, le puso la piel de gallina a más de uno. Entre tanta simpatía y tecnología, resultó ganadora del certamen la Asociación Paraguaya que, claro, festejó con un sapucai.
La Asociación Paraguaya ganó el certamen de minivideos de Tik Tok.
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Por las nuevas generaciones
La colectividad helénica, en palabras de su presidente Jorge Christou, de las más modestas por su capacidad económica y de logística, también calificó a la Fiesta de este año como “un éxito bárbaro". Añadió: "Al principio no teníamos muchas expectativas pero realmente hubo un gran apoyo de la Municipalidad y de la gente”.
“Los griegos” pusieron en su marquesina virtual un menú único que se les escapó de las manos. Su caballito de batalla fue siempre el soulavki “pero presentarlo frío era desprestigiar el plato” así que en su ración decidieron colocar musaka (pastel de berenjena), albóndigas griegas a la menta, empanaditas de queso y una ensalada tradicional de porotos y pimientos. “Se vendieron entre 150 y 170 porciones en los dos primeros fines de semana, y unos 300 este último”, apuntó.
Pero como del Chierico, Christou proyecta el supuesto éxito económico en su comunidad y el saldo es aún más enriquecedor: “Supimos que llegamos a muchos adultos mayores que ya no van a la fiesta y esta vez pudieron volver a comer los platos de sus colectividades a través de este sistema”. Y suma: “Pero lo mejor fue ver trabajar codo a codo a las nuevas generaciones. Los chicos del grupo Olimpia de la Colectividad Helénica (de entre 20 y 25 años) se ocuparon de la logística. Y para nosotros eso es importantísimo, por finalmente de eso se trata: de legarle las tradiciones a las nuevas generaciones”.
Coincidió con Christou su par del Centro Navarro de Rosario, Oscar Croce Poza, quien ponderó la actuación de los jóvenes: "Es como la historia de nuestra institución, todas las generaciones unidas con un mismo objetivo. Y siempre fue así". Croce Poza refirió a la "semejante repercusión" de la propuesta y sembró la esperanza de que la modalidad puede replicarse más adelante "en beneficio de las colectividades".
Durante los fines de semana de Colectividades, las cocinas recibieron la visita del intendente Pablo Javkin, de concejales y otras autoridades. De esos encuentros salió la moción que ya estaría en estudio de la Municipalidad, el Ente Turístico Rosario y la Asociación de Colectividades: aprovechar el impulso y la experiencia ganada, y replicar la modalidad de oferta y reparto de comidas tradicionales en otras fechas diferentes a la de noviembre, quizás mensual o bimestralmente. Y que la Fiesta sea todo el año.