Tras el saqueo iniciado por la última dictadura cívico militar y continuado por la democracia, un "genocidio cultural" que autoridades y socios aún reclaman sea resarcido, la Biblioteca Constancio Vigil podrá cerrar hoy al menos uno de los capítulos en el camino de su recuperación. A las 17.30, en una ceremonia de la que participarán sus autoridades y representantes del gobierno provincial, recibirán las escrituras de dominio de sus principales inmuebles: el edificio de Alem y Gaboto, y el de la Escuela Primaria Nº 2.536, en Alem y Amenábar, que estaban en manos de la provincia.
Si bien el proceso comenzó en 2013 y la biblioteca ya había tomado posesión de ambos espacios, a partir de hoy lo hará de pleno derecho. "Este es un paso más y tiene un valor simbólico muy importante en la lucha que se viene dando desde hace décadas", aseguró el secretario de la entidad, Gabriel Caciorgna; aunque aclaró que "hay un proceso que sigue abierto y se sigue dando en la Justicia".
Ese derrotero comenzó en 2012, cuando ya con su personería jurídica recuperada, la Legislatura provincial aprobó la restitución a la biblioteca de los bienes que en la liquidación iniciada en 1977 habían sido adquiridos por el Estado provincial.
Se trataba de la recuperación no sólo de las manzanas de Alem al 2700 y la de Alem y Gaboto— donde aún funcionan con contrato de locación con la provincia el jardín de infantes, los niveles primario y secundario, y las escuelas de cine y televisión, teatro, y artes plásticas—, sino además de los miles de ejemplares de su biblioteca y una pinacoteca, que incluye las firmas de Oscar Herrero Miranda, Julio Vanzo y Ricardo Supisiche.
Si bien en cumplimiento de los plazos establecidos en la normativa, la comisión directiva y los socios de la Vigil tomaron posesión en diciembre de 2013 de todos esos espacios y bienes, hoy recibirán en el hall de Gaboto 450 y de manos de la ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, las escrituras que los hacen titulares de pleno derecho. Bienes que además, en octubre de 2016 fueron declarados inembargables e inejecutables por la Legislatura.
Caciorgna señaló que "hay una deuda pendiente por parte de los poderes públicos", no sólo por que "sigue habiendo bienes que pertenecieron a la Vigil que están en sus manos y que pretendemos recuperar" —e hizo referencia a los terrenos de la llamada Colonia en Villa Gobernador Gálvez—, sino que además "se necesita la colaboración del Estado para establecer las responsabilidades" del saqueo.
Detalló que "ninguno de los liquidadores de los bienes de la biblioteca durante la democracia sometió a revisión lo hecho por la dictadura, sino que prosiguieron con la liquidación", y señaló que "los responsables de ese desguace patrimonial nunca fueron juzgados".
En crecimiento
La biblioteca, que sabía tener más de 20 mil socios al momento de la intervención, trabaja desde la toma de posesión de su sede de Alem y Gaboto en sumar tanto socios como propuestas. Arrancaron en 2013 con 700 asociados, un número que ya se cuadruplicó a 2.800 en la actualidad.
A eso se suman más de 30 propuestas de talleres gratuitos para todas las edades, el trabajo de la editorial y la experiencia de la rifa que se llevó adelante ya por segundo año consecutivo.
Sin embargo, si de su acervo cultural se trata, ya llevó adelante el relevamiento de todo el material de la biblioteca que logró recuperarse, y para fin de este año la meta está puesta en reabrir la hemeroteca.