"Mis hijos quieren que sea camionera porque ven que eso me hace feliz", revela Dolores Guldrís, madre y por sobre todas las cosas, camionera por amor a primera vista y luchadora por una sociedad más igualitaria y libre de violencia de género. Se trata precisamente de quien impulsó en Rosario la ordenanza 10.290 para que haya cada vez más mujeres al volante de los camiones recolectores de residuos en la ciudad y una de las 26 seleccionadas para conducir las líneas del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Desde hace aproximadamente dos meses se quedó sin trabajo por razones estrictamente personales y que hablan de la honestidad que define a esta camionera, y en tan solo cinco días ya recibió propuestas y una parva de entrevistas periodísticas a raíz de una publicación en la red Linkedin para buscar trabajo como conductora, la actividad que le apasiona. Un repaso por la trayectoria de una mujer en una profesión históricamente machista.
A sus 36 años, y madre de dos hijos de 7 y 12 años, le cuenta a La Capital que obtuvo su licencia profesional a los 24, motivada por una pasión que surgió alguna vez y de la cual ya no hubo vuelta atrás. "Debe ser algo que se lleva adentro y en algún momento se despierta, por eso me surgió este interés por conducir algo de gran porte", confiesa la camionera, de marcada militancia por conseguir la paridad de género a la hora de llevar a las mujeres al volante de vehículos imponentes y de gran porte. Si alguien alcanza a bucear en las redes sociales de Dolores, podrá notar una gran cantidad de fotos y selfies donde se puede apreciar el terciopelo rosado en las fundas del volante, asiento y cortinas y ornamentos de cada vehículo que le toca manejar, bien customizado a su gusto y encanto para hacer de su oficina itinerante un lugar propicio.
Enamorada de los camiones Scania y egresada de la segunda edición de las cinco capacitaciones anuales que ya lleva la empresa de origen sueco, Dolo, como se anuncia en la red profesional de búsquedas de empleo, sabe que la situación económica no es la ideal pero cree que pronto podrá volver a subirse a un vehículo para volver a rodar un camión de gran porte y viajar a distintos puntos del país como lo hacía hasta hace poco tiempo atrás al transportar combustible.
Mamá 24/7
En el tiempo que le toca estar abajo del camión, a Dolores no le queda otra que volver a hacer changas como peluquera mientras espera —y se mueve— para volver a viajar por las rutas del país como lo solía hacer hasta hace poco tiempo atrás. "Por ahora hago changas y como fui peluquera, tuve que volver a eso para mantenerme y sobrevivir, pese a que mis hijos tienen un padre presente y compartimos gastos como toda familia de bien para una sociedad inclusiva e igualitaria", comenta.
Eso la llevó a publicar un anuncio en la red social Linkedin para probar suerte y ver si alguna empresa de transportes podría contratarla y así dejar su vieja profesión para hacer lo que más ama después de sus hijos: el camión.
"Soy Dolo y busco con todas mis ansias un empleo digno para mantener a mis dos hijos. Soy conductora profesional, estoy capacitada para poder hacerlo en colectivos y camiones, tanto en larga distancia como en local", reza la publicación.
¿Y tus hijos que piensan de tu profesión?
Mis hijos quieren que mami sea camionera porque me ven feliz. Soy mamá 24/7; desde arriba del camión organicé llamadas, meriendas con amigos, reunión con primos y hasta organicé un cumpleaños.
¿Cambió en algo el ambiente, más allá de ser históricamente un rubro machista?
Cuesta, pero también se nota el cambio cultural que quiere la sociedad, más igualitaria e inclusiva; además, hoy en día hay muchas mujeres las que somos jefas de familia, hemos sufrido violencia de género y estas medidas favorecen para erradicar este flagelo. Porque con cualquier mujer que hables, lo primero que te va a decir es que no puede dejar el trabajo porque no va a cobrar lo mismo que un hombre. Y estos proyectos sirven para terminar con todo esto que no le hace bien a la sociedad. Es más, una vez me tocaban bocina y yo bajé el vidrio asustada, y cuando me vio el conductor, me dijo: «Nunca había visto a una mujer camionera». Y le dije: «Ya era hora, ¿no?».
Beca de Scania y diploma de honor
Ese amor propio por la profesión la llevó a quedar dentro de los 12 mejores promedios entre 1.400 aspirantes del programa federal que lleva adelante Scania y así terminó siendo la única santafesina en participar de una capacitación en la empresa de vehículos de la que destacó el "compromiso muy grande por una inclusión". A su vez, quedó en la base de datos de egresadas para acercar currículums a distintas empresas.
"Imaginate que cuando me subí por primera vez a un Scania fue amor a primera vista, era como un Transformers (por la serie cinematográfica)", comentó aún exultante de aquella experiencia, que fue además la que le abrió la posibilidad para capacitarse en 2019 bajo la intendencia de Mónica Fein para conducir vehículos del servicio de transporte urbano de pasajeros y servicio de emergencias.
"En esa oportunidad se inscribieron 800 chicas y de ahí quedamos 26 seleccionadas, pero no tuve la oportunidad de manejar colectivos. Pero a raíz de la capacitación y la beca de Scania, la concejal Fernanda Gigliani me otorgó el diploma de honor por haber sido la primera egresada del programa de conductoras de Rosario", valoró Dolores, al tiempo que agradeció al secretario general de Camioneros Santa Fe, Juan Mateo Chulich por abrir puertas y facilitar la llegada de su historial laboral para poder conseguir "un trabajo digno" como afirma.
Gracias a la ordenanza 10.290 que impulsó en el Palacio Vasallo, hay tres mujeres manejando camiones de residuos. "Me gustaría que haya más mujeres, pero es lo que pudimos conseguir hasta el momento", evalúa la camionera, quien reivindicó la lucha por una sociedad "más igualitaria y más justa".
Anécdotas en el camino
Dolores solía realizar viajes de larga distancia a bordo de un camión cisterna que transportaba combustible para YPF. Y como todo viaje largo, todo chofer suele pernoctar arriba del habitáculo.
"Lo gracioso es cuando te toca dormir en el camión y se acercan trabajadoras sexuales y veían a una mujer. Era cómico porque se sorprendían y salían corriendo", recuerda entre risas. Esa es una de las tantas peripecias que atraviesa una profesión solitaria, donde desde su experiencia le tocó estar hasta diez días afuera de su hogar.