En el corazón de Rosario, en el Centro Cuidar Rouillon, se teje una historia de esperanza y transformación. Es aquí donde el Programa Andamios encuentra uno de sus hogares, y donde cada día se escriben nuevas páginas de superación. En medio de las dificultades y desafíos, un equipo coordinado por jóvenes graduados o estudiantes universitarios trabaja en pos de restituir los derechos educativos de los niños y niñas que más loS necesitan.
Una de esas historias es la de una pequeña de 7 años, cuyo camino hacia la educación comenzó con obstáculos que parecían insuperables. Con la falta de cupos en las escuelas del barrio y las complejidades de la migración interna, la menor se vio excluida del sistema educativo, atrapada en un ciclo de incertidumbre y desesperanza.
Con el apoyo constante de su educador Cristian, y el acompañamiento amoroso de su abuela, esta pequeña encontró en el Centro Cuidar Rouillón un refugio seguro donde cultivar sus habilidades y sueños. Día tras día, aprendió a leer, escribir, sumar y restar, desafiando las expectativas y superando las adversidades con determinación y coraje.
Al comenzar el año, la buena noticia resonó en todo el Centro Cuidar: la valiente niña está lista para dar el siguiente paso en su viaje educativo. Gracias al trabajo en equipo y la evaluación de trayectoria de aprendizajes, se aseguró su ingreso al segundo grado en 2024, un hito significativo que refleja el poder transformador del Programa Andamios.
“Se les ofrece a los chicos hacer varias actividades, trabajando de manera personalizada y también de manera grupal. Se busca estimularlos y que en cada espacio hagan lo que les gusta y puedan ser escuchados. Muchos sufren malos tratos, no tienen voz y aprenden lo que ven. Había muchos chicos que durante la pandemia dejaron de ir a la escuela. Es complejo, pero a la vez gratificante”, resaltan sobre el cuadro de situación.
Andamios: por los barrios
En el tejido de la trama educativa de Rosario, el Programa Andamios se erige como un hilo conductor, una red de apoyo sólida y resiliente que se extiende hacia el horizonte del futuro. Con sus cimientos firmemente plantados en la colaboración entre Municipalidad y Universidad Nacional de Rosario, Andamios supo tejer historias de superación y esperanza en medio de la incertidumbre pandémica. Ahora, en el umbral de 2024, este programa emblemático se alza con una renovada determinación, listo para expandir sus alas y abarcar los 40 Centros Cuidar de la ciudad. En este nuevo capítulo de su historia, promete llegar más lejos y alcanzar más alturas, llevando consigo la promesa de una educación inclusiva y equitativa para todos los niños y niñas de la ciudad.
A través de una estrategia coordinada en los Centros Cuidar de la ciudad, el programa brinda acompañamiento académico y socioemocional a los participantes, con el objetivo de promover su desarrollo integral y su pleno ejercicio de derechos.
"Nuestro compromiso es garantizar el acceso a una educación de calidad para todos los niños y niñas de Rosario, especialmente aquellos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. El Programa Andamios es una muestra clara de nuestro compromiso con la inclusión educativa y el desarrollo integral de nuestra comunidad", afirmó al respecto Nicolás Gianelloni, secretario de Desarrollo Humano y Hábitat de la Municipalidad de Rosario.
"Andamios es una propuesta municipal articulada con la UNR cuyo objetivo es fortalecer las trayectorias educativas frágiles e irregulares de los niños y niñas de segunda infancia referenciados a los Centros Cuidar", indicó Andrea Fortunio, directora de la Dirección General de Infancias y Familias del municipio rosarino.
Expandiendo las alas
Desde su implementación en 2021, se pudo abordar la propuesta socioeducativa con aproximadamente 400 niños y niñas. Al 2023, la población en cuestión subió un 25%. La propuesta para el 2024 es llevar el programa a los 40 Centros Cuidar de la Ciudad de Rosario, alcanzando a más de 700 niños y a sus familias acompañando la trayectoria escolar. A través de actividades semanales y una atención personalizada, se han podido abordar las necesidades específicas de cada participante, promoviendo su desarrollo integral y su plena inserción en la comunidad educativa.
"Sabiendo que con la propuesta original de Andamios del sostenimiento a las trayectorias educativas no alcanzaba y asumiendo el compromiso y la responsabilidad de seguir acompañando a esos niños y niñas, no solo en sus trayectorias educativas sino también en sus trayectorias vitales, es que extendimos el programa durante la temporada de verano en la ciudad", resaltó Fortunio.
Los “andamiadores”
Una de las características distintivas del programa es su enfoque en el trabajo en grupos pequeños, coordinado por jóvenes graduados o estudiantes universitarios, conocidos como "andamiadores". Estos facilitadores despliegan estrategias y acciones que buscan acercar los contenidos escolares a la realidad y entorno de los participantes, promoviendo así un aprendizaje significativo y contextualizado. Además, se brinda acompañamiento a las familias, reconociendo su papel fundamental en el proceso educativo de sus hijos e hijas.
"Es fundamental para el Estado local, articulando con la Universidad, sostener estos espacios socioeducativos, ya que la educación es la herramienta más importante para lograr la justicia educativa; solo con más y mejor educación, con más diversos y específicos dispositivos de acompañamiento grupal y singular vamos a lograr construir equidad y disminuir los procesos de desigualdad, marginación y deterioro simbólico que están atravesando las infancias de los barrios más vulnerables”, agregó Gianelloni.
¿Cómo funciona?
La propuesta está destinada a niñas y niños de entre 8 y 12 años referenciados a los 40 centros Cuidar de la ciudad y Puntos Cuidar u otras instituciones territoriales, con quienes se sostienen encuentros con una periodicidad variable y ajustada a sus posibilidades y en el marco de una estrategia singular, con el fin de producir allí un trabajo con los contenidos escolares pertinentes. Esta acción puede desarrollarse de forma individual al inicio, pero con la meta de poder construir –con el tiempo- encuentros con otras y otros en grupos pequeños. A partir de esta labor sostenida se ofrecen otras propuestas del centro como también de otros espacios territoriales municipales.
Andamios se ancla en la necesidad de trabajar el currículum escolar; por ello, la propuesta se adapta al inicio y fin del ciclo escolar y su frecuencia es semanal, a razón de dos encuentros por semana de una hora. La convocatoria a este espacio está a cargo de el/la coordinador/a y fortalecedor/a del centro y/o Punto, de acuerdo a los criterios de priorización de la población destinataria establecidos en el proyecto.