El número de personas con diagnóstico de sífilis en Rosario es “claramente elevado”, según señaló el médico Damián Lavarello, director del Programa Municipal de VIH, Infecciones de Transmisión Sexual y Hepatitis Virales.
Piden que las embarazadas se cuiden especialmente por el riesgo de transmitir la enfermedad a su bebé.
El número de personas con diagnóstico de sífilis en Rosario es “claramente elevado”, según señaló el médico Damián Lavarello, director del Programa Municipal de VIH, Infecciones de Transmisión Sexual y Hepatitis Virales.
Los registros de los efectores de salud municipales muestran que desde 2019 hasta la fecha hay un promedio de 1.500 casos de sífilis por año, diagnosticados en la red pública perteneciente al municipio. Teniendo en cuenta que en los centros de salud provinciales y en la salud privada también se detecta la enfermedad, la situación se presenta como alarmante.
De hecho, la cátedra de Estomatología de la Facultad de Odontología de la UNR inició el mes pasado una campaña de detección de infecciones de transmisión sexual (ITS), a partir de lesiones en la boca, ante el incremento de distintas patologías, entre ellas la sífilis, que empezó a observarse con frecuencia en los consultorios.
La enfermedad suele dar síntomas leves (lesiones en los genitales o en la cavidad oral) que pueden pasar desapercibidos en la primera etapa, pero que no se curan hasta que se hace el tratamiento adecuado con penicilina.
La lesión primaria de la sífilis, puntualizó Lavarello, es el chancro, una herida de piel o mucosas de tipo úlcera "que es indolora y autolimitada, situada en genitales, ano o boca, que muchas veces no es jerarquizada por quien la sufre y que en ocasiones tampoco es bien manejada en las consultas médicas".
Si la terapia se demora, las consecuencias pueden ser severas para el organismo.
En este contexto, el área de Salud Pública municipal también decidió avanzar en distintas acciones para que se hable del tema, se tome conciencia a nivel poblacional y se fortalezca la prevención desde los centros de atención públicos y privados.
El 22 de septiembre se iniciará la capacitación de unos 100 agentes de salud con el objetivo de facilitar la detección de esta enfermedad de transmisión sexual que afecta a adolescentes, jóvenes y adultos, pero que tiene un impacto especial en mujeres embarazadas que pueden transmitir la sífilis a su bebé: “Sigue habiendo sífilis congénita en un número que supera lo esperable”, comentó Lavarello, y detalló: “Tenemos alrededor de dos casos cada 1.000 nacimientos cuando no debería superar el 0,5”.
En un recién nacido la sífilis puede ser grave y dejar secuelas: "En nuestra provincia hay muerte fetal por sífilis, una situación muy terrible que deberíamos evitar”, señaló.
El tratamiento, además, es invasivo y difícil de sobrellevar para un bebé ya que debe hacerse por vía endovenosa durante diez días, lo que exige una estadía en neonatología bastante prolongada.
Para poner un freno al incremento de casos, agregó el médico, “es imprescindible que empecemos a hablar de la sexualidad durante el embarazo”.
Sucede que muchas mujeres adquieren la infección en el último trimestre de la gestación o incluso en el último mes cuando “ya no nos da tiempo para encarar ese tratamiento que pueda evitar que el niño o niña nazca con sífilis”.
Los controles durante el embarazo se hacen habitualmente, dijo Damián Lavarello: “Estamos cumpliendo a nivel público con los testeos del primer, segundo y tercer trimestre donde se pide, con autorización de la mujer, el análisis que permite detectar la sífilis y tratarla a tiempo, pero suele pasar que el agente infeccioso se adquiere en el final del embarazo y a veces recién se detecta en el momento del parto”.
Para el médico, es "imprescindible" que las mujeres sepan que pueden contraer esta enfermedad, que no es una patología del pasado ni de un sector económico particular, sino que está en alza, en Rosario, en la Argentina y en toda Latinoamérica desde hace años. “Deben cuidarse”, enfatizó.
Y señaló que si bien una mujer puede tener más de una pareja sexual durante el embarazo “lo que estamos viendo es, que en general, son las parejas estables de esas embarazadas, que a su vez tienen otra u otras parejas sexuales y les transmiten la infección”.
“Es muy duro escuchar a mujeres que perdieron un bebé a causa de la sífilis contar que desconocían que esto les podía pasar. Es un tema del que no se habla y no podemos seguir de la misma manera”, dijo.
La sífilis congénita, que se produce cuando la espiroqueta treponema pallidum (tal el nombre del agente infeccioso que provoca la enfermedad) pasa de la madre embarazada a su niño en gestación, y el bebé puede enfermarse. “Las formas de presentación en el recién nacido son variables. Primero, puede producirse la muerte fetal, pero también que el bebé nazca con diversos síntomas de gravedad: piel afectada, hígado y bazo agrandados y hasta síntomas neurológicos que requieren tratamiento de urgencia”.
En 2019, antes de la pandemia de Covid, se detectaron en Rosario, en efectores públicos municipales, 1.816 positivos (1.089 mujeres y 727 varones), en 2020 y en 2021 se registró un promedio de 1.375 casos cada año, pero “sin dudas se produjo un subregistro porque la epidemia de coronavirus alejó a la gente de los controles médicos”, señaló Lavarello, quien adelantó que es muy probable que en 2022 “los números se parezcan a los de 2019 o incluso sean un poco más elevados”.
La situación no es patrimonio de la ciudad, sino que ese incremento se viene dando en toda Santa Fe y en otras provincias.
“Tenemos una tendencia sostenida, al alza, en el número de casos”, dijo Lavarello, quien mencionó que “en todo el país la cantidad de diagnósticos es alto y lo más relevante son los índices de sífilis congénita por el enorme impacto que tiene esta situación”.
El médico, que está cargo del programa municipal que se ocupa de enfermedades de transmisión sexual, entre otras, hizo referencia al buen resultado que vienen dando las campañas y acciones que desde hace más de una década se pusieron en marcha en Rosario en relación al embarazo y el VIH. “Comenzamos a testear a las parejas de las embarazadas, a hablar más del tema, entregamos folletería, y eso permitió que en los últimos cinco años y medio no tengamos casos de transmisión vertical de VIH en la ciudad”.
“Con la sífilis es más complejo porque el preservativo no protege completamente de la infección, sino que puede transmitirse por contacto con fluidos o a través de las lesiones; por eso, las mujeres tienen que saber que si están embarazadas tienen que cuidarse mucho”, destacó.
“Si logramos que la embarazada, su pareja, la comunidad toda, tomen conciencia de la necesidad de los cuidados, vamos a conseguir resultados. No se trata solo de hacer más y más análisis porque aun así, cumpliendo con todos los protocolos de laboratorio, el contagio se puede producir”, reflexionó Lavarello.