Los pacientes con VIH podrán cambiar su tratamiento habitual con la pastilla antirretroviral cada día por una inyección intramuscular con carácter mensual. La llegada de este nuevo enfoque podría producirse "en año o año y medio", una vez que sea aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), según ha avanzado el jefe de la Unidad de Infecciosas del Hospital Universitario La Paz de Madrid, José Ramón Arribas. El adelanto no es novedoso en sí mismo: en junio de 2017 la publicación The New Scientist adelantaba el avance hacia la inyección mensual. Pero ahora se está a meses de que este gran avance se concrete, al menos en Europa.
El experto ha participado en la presentación del simposio 'Si INDIVIHDUALITY', organizado por la compañía farmacéutica Janssen en Madrid, donde se reunieron más de 250 expertos para analizar los últimos avances en la investigación básica y clínica en VIH/sida, que fueron presentados antes en la cita de referencia mundial en este área, la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI, por sus siglas en inglés).
Entre las novedades que se dieron a conocer durante esta cita, resaltan dos ensayos que han demostrado que una inyección intramuscular con dos fármacos que se aplica con periodicidad mensual es igual de efectiva para controlar la carga viral del VIH que los tratamientos antirretrovirales más modernos, que se administran de forma diaria a través de una pastilla.
Los dos ensayos ya se han presentado ante la agencia reguladora europea y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), de forma que una vez que tomen una decisión podrían estar en el mercado en fechas próximas.
"Estos fármacos de liberación retardada suponen un nuevo enfoque dentro de la primera nueva generación de antirretrovirales, con menos toxicidad. En la siguiente generación, es posible incluso que la inyección pueda ser cada dos, cuatro o seis meses, pero lo que está a la vuelta de la esquina es la de cada mes", ha remarcado Arribas.
El jefe de la Unidad de VIH/sida del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Mallolas, ha valorado que será una "gran herramienta" para los pacientes con VIH, aunque "no para todos por su situación clínica". "Para un gran porcentaje de pacientes será una gran mejora porque no quieren tomar pastillas todos los días", ha asegurado, puntualizando que elegirla o no dependerá de la opinión del paciente.
Por otra parte, Mallolas ha realizado una evaluación de la situación actual en la lucha contra el VIH. "Tenemos dos noticias: la buena es la eficacia de los antirretrovirales, que tienen una tolerancia magnífica y producen una carga viral indetectable, es decir, ya no se puede transmitir el virus", ha señalado en primera instancia.
Sin embargo, ha lamentado que, pese a este y otros avances, no se consigue disminuir el número de nuevas infecciones al año, que se sitúa en unos 3.000 en España. "Las cifras son similares a las de hace 10 años. Algo no estamos haciendo bien", ha lamentado. Al respecto, Arribas ha añadido que hasta el 25 por ciento de los infectados no sabe que lo está. "Habría que testear a toda la población. Hay medidas de prevención, como la profilaxis pre exposición (PrEP), que ha dado grandes resultados en Australia o Canadá".
Hacia la curación
Arribas ha apuntado a otra necesidad pendiente para combatir el VIH: una vacuna. A su juicio, resulta "difícil" que se pueda controlar la epidemia actual sin este enfoque. "No contamos con una vacuna eficaz, pese a que hay mucha investigación al respecto. Sería un elemento capital para dominar la epidemia a nivel mundial. Llevamos muchos años tratando de conseguirlo y sigue siendo nuestro gran reto científico", ha agregado.
Los expertos, además, han esgrimido otra tarea pendiente, aunque aún más lejana, la posibilidad de curar el VIH. Al respecto ha participado Javier Martínez-Picado, profesor del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y miembro del equipo que consiguió la remisión del virus durante un año y medio sin tratamiento antirretrovirales.
El paciente, natural de Londres, se sometió a un trasplante de células madre para tratar un linfoma. El donante contaba con una mutación que impide que el VIH infecte las células con el virus. A los 16 meses, los médicos decidieron interrumpir el tratamiento con antirretrovirales y ahora, 18 meses después, el VIH sigue sin reaparecer en su organismo.Este enfoque, que requiere que el paciente con VIH también tenga algún problema hematológico (como un linfoma). "Es importante destacar que se han dado casos en los que el virus ha tardado hasta nueve meses en rebotar tras la interrupción de la terapia, por lo que hay que ser muy cautos", ha comentado.