Norwood Thomas es un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Vive en Virginia Beach, Estados Unidos, y tiene 93 años. Junto con Joyce Morris, una anciana de 88 que reside en Australia, protagonizan una singular historia de amor. Se conocieron y enamoraron durante el conflicto, pero por la labor de su novio se separaron y nunca más volvieron a verse. Ahora, gracias a la tecnología, se contactaron y el hombre viajará para verla.
La historia de Thomas y Morris comenzó en 1944, cuando se conocieron a orillas de río Támesis, en Londres. Se enamoraron y pasaron varios meses juntos. Pero el hombre formaba parte de la División Aerotransportada 101 de EEUU y tuvo que partir para lanzarse en paracaídas en Normandía. Nunca más volvieron a verse.
Al principio, tras la separación, se mandaron cartas que tardaron meses en llegar a destino. Fueron pocas. Hasta que perdieron el contacto. No volvieron a saber nada más el uno del otro. De hecho, ambos se casaron y formaron sus respectivas familias.
A fines del año pasado, Morris estaba en su casa acompañada por su hijo Rob. El trabajaba en la computadora. “¿Con eso puedes buscar a gente en cualquier parte?”, le preguntó ella. La respuesta fue afirmativa. Le dictó el nombre de aquel hombre que la había enamorado en 1944.
El primer resultado que arrojó Google fue una nota del diario The Virginian Pilot, del 18 de octubre de 2010. La misma narraba la historia de un veterano que había combatido contra los nazis y estaba cumpliendo uno de los últimos deseos de su vida: volver a arrojarse en paracaídas. Rob le mandó un mail al periodista para que le pase el contacto de Thomas.
El pasado 9 de noviembre sellaron el reencuentro vía Skype. Lo hicieron junto a sus familias. Y hablaron durante más de dos horas. Pero ahora él viajará a Australia para verla. “No tengo idea de lo que mis emociones van a ser una vez que nos encontremos cara a cara”, dijo el hombre. Lo cierto es que pasarán San Valentín juntos.