El consulado argentino en Miami evitó que Estados Unidos deportara a un estudiante argentino de 23 años que no puede gestionar su residencia debido a las restrictivas leyes migratorias que rigen en territorio estadounidense, informó ayer el embajador, Miguel Talento.
Miyen Spinelli, un joven que vive en Estados Unidos desde hace diez años, iba a ser deportado a mediados de agosto tras estar sometido a un control quincenal y tobillera electrónica desde que fue declarado "deportable" por la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), que anteayer decidió postergar la medida por un año.
"Hemos acompañado su deseo de quedarse solicitando al ICE que se le conceda residencia temporaria y se ha dado un importante primer paso con la posposición de un año a la orden de deportación, lo que le permitirá a Miyen continuar con sus estudios de posgrado", dijo Talento, embajador a cargo del consulado argentino en Miami.
Spinelli indicó que "en julio me dijeron que era deportable, me pusieron tobillera electrónica y venían a mi casa cada dos semanas a controlarme". "En noviembre pasado me detuvieron cuando viajaba cerca de Canadá a un torneo nacional de fútbol. Pararon el vehículo en que nos trasladábamos sin motivo, nos pidieron los documentos y yo no tenía papeles".
Talento sostuvo que el de Spinelli "es un caso emblemático entre unos 800 mil jóvenes que, se estima, están en situación similar: formado en una institución educativa norteamericana, excelente estudiante, deportista, sin antecedente policial alguno y con proyectos de estudio y trabajo".
"Legisladores que han presentado proyectos de reforma a la normativa migratoria en el Congreso norteamericano pensaron en casos como el de Spinelli", afirmó el embajador.
El joven advirtió que "sólo en mi escuela hay diez estudiantes en la misma situación" y relató que desde el primer momento, "el colegio me designó un abogado y conté con apoyo académico y de los compañeros, que firmaron cartas" de adhesión.
"Anteayer me llamaron, estaban tristes porque se supo que me deportaban", y horas después, se comunicaron con alegría porque me prorrogaban un año la medida", enfatizó
Agregó que "también ayer me sacaron la tobillera, que daba vergüenza mía y ajena, a la gente que está al lado mío y, como mi hermanita, no entendía porqué tenía" ese estigma.
Talento relató que Spinelli "entró con su familia a Estados Unidos cuando tenía 13 años siendo menor, con el sistema de visa que consiguió Argentina a través del embajador James Cheek".
Tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, "los estadounidenses cancelaron ese sistema y, al quedarse, se estableció una situación irregular en la que él no podía recurrir a un juez, porque era un procedimiento administrativo, y además era inimputable".
Cuando lo detienen, "lo detectan porque, por «portación de cara», le pidieron la identificación y lo metieron preso; entonces, el arzobispo que dirige la Universidad Saint Thomas pidió por él, que terminaba en junio la licenciatura de administración deportiva", contó el embajador.
La autoridad migratoria "le permitió quedarse, le dieron una orden para presentarse en unos meses y, cuando se presentó, le pusieron la tobillera y le dieron orden de deportación para mitad de agosto".
Spinelli se dirigió entonces al consulado, que organizó el lunes una conferencia de prensa difundida por el diario Miami Herald, que incluyó una foto del muchacho con la tobillera, y se logró que la medida fuese revertida.
Pionero
“Es la primera vez que intervenimos en un caso como éste, en el que no había ningún tipo de reproche posible salvo que él estaba viviendo ilegal desde el punto de vista inmigratorio”, comentó el embajador Miguel Talento. Se calcula que “hay 800 mil jóvenes que están en situación similar en el sistema educativo americano, del total de 12 millones de inmigrantes en situación irregular”.