Por lo menos siete personas murieron, entre ellas dos niños, en una colisión aérea entre un helicóptero y una avioneta ayer al mediodía en las afueras de la localidad de Inca, en la isla de Mallorca, informaron el domingo las autoridades de España, publica la web El Periódico.
No ha habido supervivientes en ninguna de las dos aeronaves. Se trata del accidente aéreo más grave que se recuerda en la isla tras el siniestro de Alfàbia, en 1959, que dejó cinco víctimas mortales.
Los siete fallecidos son dos españoles -Juanjo Vidal, de origen valenciano, que pilotaba una moderna avioneta-ultraligero Aeroprakt A22L2 y su amigo, Gustavo Serrano-, y los ocupantes del helicóptero: el italiano, Cedric Leoni, que estaba a los mandos del aparato, modelo Bell 206 Long Ranger, y sus cuatro pasajeros, una familia alemana formada por una pareja y sus dos hijos, ambos niños de este siete y 11 años de edad.
El helicóptero, de la empresa germana RotorFlug, realizaba una excursión turística desde el este de la isla hasta el oeste. Ha despegado del aeródromo de Son Bonet (Marratxí, en el nordeste), donde tiene su base, a las 10.15 horas de la mañana, pasó a buscar a la familia alemana en una finca cerca de Manacor y los cinco se dirigían a un restaurante, junto a un campo de golf en Camp de Mar (Andratx, en el sudoeste). Allí, les esperaba otra familia con niños para celebrar un cumpleaños. Nunca llegaron a su destino.
Sobre las 13.35 horas, el helicóptero colisionó en el aire a las afueras de Inca contra la avioneta, que había despegado poco tiempo antes del aeródromo de Binissalem. El impacto fue brutal. Los dos aparatos estallaron y caeyeron sobre dos fincas rústicas, distantes a unos 300 metros, en la confluencia de dos caminos.
Varios vecinos fueron testigos del grave accidente. Aseguran que oyeron un gran estruendo y posteriormente contemplaron horrorizados cómo las dos aeronaves cayeron a unos pocos metros de sus casas, envueltas en llamas.
La tragedia aérea pudo ser todavía peor, ya que el punto del siniestro está repleto de casas de campo de veraneo y este domingo la mayoría de las viviendas estaban ocupadas. Precisamente, los residentes fueron los primeros en intervenir, formando una cadena humana para tratar de apagar el fuego con agua. Varios de ellos vieron los cadáveres dentro de las dos aeronaves.
Según un vecino, el helicóptero golpeó con las hélices en el aire un ala de la avioneta, que se partió, perdió su flotabilidad y entró en barrena, hasta caer contra el suelo en una finca en el Camí del Pou d?en Tarí. El aparato siniestrado quedó hecho añicos junto a un muro, en la parte trasera de una casa.
Mientras, el helicóptero perdió las hélices, dio vueltas girando sobre sí mismo sin control y se precipitó sobre la finca s?Hort de ca la Veritat, a pocos metros de una piscina de una vivienda vacacional.
Los expertos señalaron que es muy difícil que pueda ocurrir un accidente de este tipo. Los restos de las aeronaves y otras muestras orgánicas quedaron esparcidos en un radio de entre 700 metros y un kilómetro. La Guardia Civil y Aviación Civil investigan las causas del impacto en pleno vuelo. La comisión de investigación de accidentes aéreos, del Ministerio de Fomento, se personará hoy en la isla para investigar sobre el terreno.
Los Bomberos de Mallorca apagaron las llamas de las aeronaves, mientras trabajaban los forenses.