El doctor en ciencias físicas e investigador del Conicet, Pablo Canziani, aseguró que se necesitan entre 300 y 400 años para que el clima en el planeta vuelva a ser como antes. En eso también apuntó que las emisiones de dióxido de carbono van a seguir afectando el planeta, sobre todo en los polos, por el lapso de mil años más a raíz del daño provocado por el cambio climático.
Por lo pronto, la ola de calor que azota a gran parte del país no estaría directamente relacionada a ese factor sino a un bloqueo térmico y un sistema de alta presión en las costas de Argentina, Uruguay y Brasil, directamente asociados a La Niña, fenómeno que provoca sequías de magnitud.
En declaraciones el programa "Todos en La Ocho", de LT8, Canziani dijo que “los modelos indican que para el domingo la temperatura empieza a aflojar y comenzaría una semana fresca. Queremos ver si los ciclos de verano se mantienen o por el cambio climático van desapareciendo. Si eso está ocurriendo, estamos entrando en una etapa peligrosa. Para retrotraer el cambio climático en algunos aspectos se necesitan entre 300 y 400 años. Lo que se emite ahora va a seguir afectando el planeta, por ejemplo, en el sector ártico y antártico, quedará afectado por 1000 años más”.
En ese sentido, Canziani apuntó que “el aumento del dióxido de carbono, metano y óxido nitroso es el mayor en un millón de años” y que esas causas “tienen que ver con la generación eléctrica, los combustibles fósiles y el modelo agrícola actual al igual que la emisión de gases la industria y el transporte automotor”.
“El problema se observa en la rotación de cultivos y con la ganadería”, sostuvo, para agregar explicar que “el reservorio de dióxido de carbono está en los bosques, los suelos, y si se hace rotación de la ganadería y un uso mínimo de agroquímicos, mejora la calidad del suelo. Si no hay rotación tenemos un problema de fijación del dióxido de carbono. El tema de los humedales tiene que ver con la expulsión de la ganadería, si destruimos los humedales nos quedamos sin regulación de las inundaciones en el río Paraná”.
El especialista aseguró que con un solo evento de magnitud como esta ola de calor que abrasa durante esta semana a todo el litoral argentino no es posible afirmar determinar que se trate de los efectos directos provocados por el cambio climático, pero sí apuntó a dos factores directos como el “bloqueo térmico y por otro, un sistema de alta presión en las costas de ArgentIna, Uruguay y Brasil. Con el bloqueo térmico se arman zonas de alta presión en el norte del país, en el Atlántico y el Pacífico, con tanta alta presión se inyecta aire cálido y seco. En Brasil existe una enorme sequía, se genera una situación de mucho calor asociado con la corriente de La Niña”.
Por último, el investigador del Conicet subrayó: “La sociedad necesita producir alimentos pero con los menores costos medioambientales posibles. La lógica que tenemos hoy es necia y absurda, los productores van en contra de sus propios intereses. Cuando existen oligopolios nos vemos en situaciones complejas como las que está viviendo Argentina. La soberanía bien entendida significa tener buenas relaciones con los vecinos, revalorizar lo bueno que tenemos y contribuir al bien general”.