Buenos Aires.- Mientras el incendio del depósito de artículos de cotillón en el
barrio de Once estaba prácticamente extinguido desde esta mañana, el gobierno porteño anunció una
“revisión integral del sistema de habilitaciones” tras revelarse que el negocio no
contaba con los permisos correspondientes.
Voceros del cuerpo de bomberos informaron que el incendio en el local “Ciudad
Cotillón” se encontraba “en un 98 por ciento extinguido” y que se estaba en
“etapa de remoción de mercadería acumulada”, por lo que se advirtió que “puede
ser que se reavive alguna llama”.
Si bien se indicó que aún “no se sabe nada de motivos o causas” que desataron el
incendio, se estimó que el mismo “se inició en el tercero o cuarto piso” del edificio
ubicado entre Lavalle y Uriburu.
Por su parte, el director de Emergencias de la Ciudad informó que en esta jornada se revisaban
las viviendas linderas, afectadas por el siniestro.
Rodríguez Larreta ratificó que el inmueble de la calle Lavalle al 2200 sólo tenía
“habilitada la planta baja como local comercial; no estaban habilitados el tercer y cuarto
piso como depósito, donde se supone que empezó el fuego”.
El funcionario admitió que “tenemos que hacer una revisión integral de todo el sistema de
habilitaciones. Para eso se creó una agencia con autonomía que se va a encargar del control
comunal, incluidas las habilitaciones”.
Una dotación de bomberos trabajaba hoy con una hidroelevadora para extinguir los últimos focos
de fuego, que comenzó el lunes por la tarde.
Los vecinos del edificio lindero pudieron regresar a sus departamentos, pero sólo para retirar
pertenencias, ya que se estimaba que faltarán algunos días antes de que puedan retornar a sus
hogares definitivamente.
Ayer, al menos 80 bomberos trabajaron durante todo el día en las tareas de extinción del
incendio que provocó afecciones respiratorias a 56 personas.
Se advirtió que el siniestro demoró en ser sofocado porque “es atípico, debido a que el
fuego que comenzó el lunes generó gran temperatura en todos los pisos simultáneamente y provocó
riesgos en la estructura”.
Los dueños del local fueron identificados como los hermanos Washington y Luis Chema, quienes
comparten con una sociedad la propiedad del edificio.
Según se difundió sólo tenían habilitación la planta baja y el primer piso del edificio, en
tanto los otros tres que eran utilizados por los dueños estaban a la espera de autorización para
funcionar. (DyN)