Brasil vivió hoy una nueva ola de protestas en varias ciudades que recibirán partidos durante el Mundial de fútbol, entre ellas São Paulo y Rio de Janeiro, sedes respectivamente de los partidos de apertura y final del certamen que comienza dentro de 35 días.
Además, en la tarde de hoy se produjo la muerte de un obrero, quien recibió una descarga eléctrica cuando trabajaba en las obras en el estadio Arena Pantanal, de la ciudad de Cuiabá, en el estado de Mato Grosso.
La muerte del trabajador, de 36 años, elevó a ocho el número de obreros que perdieron la vida en obras de construcción o remodelación de estadios mundialistas. Anteriormente, tres obreros murieron en el Arena Corinthians, en São Paulo, otros tres en el Arena Amazonia, en Manaos, y uno en el Estadio Nacional Mané Garrincha, en Brasilia.
En São Paulo, donde el próximo 12 de junio Brasil y Croacia jugarán el partido inaugural de la gran cita deportiva, tuvieron lugar tres protestas antimundial, que fueron convocadas por el Frente de Resistencia Urbano, que integran el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), el Movimiento Popular por Vivienda (MPM, por sus siglas en portugués) y el Movimiento de Lucha Popular (MLP).
Las movilizaciones culminaron con la ocupación de las oficinas de las constructoras Odebrecht, OAS y Andrade Gutierrez, las tres principales firmas responsables de las obras en estadios mundialistas.
Las protestas bloquearon importantes vías de la ciudad en demanda de soluciones de vivienda para los integrantes de esos colectivos y coincidieron con la visita a São Paulo de la presidenta Dilma Rousseff, quien viajó a la metrópolis para visitar las obras del Arena Corinthians.
Antes de entrar al estadio Rousseff se reunió con líderes de los Sin Techo, quienes pretenden que sus miembros sean contemplados por el programa de gobierno “Mi casa, mi vida”, uno de los bastiones de campaña de Rousseff, quien buscará la reelección en las elecciones generales de octubre próximo.
La presidenta se comprometió a buscar soluciones a las demandas de los Sin Techo, que el fin de semana pasado promovieron la ocupación de un terreno privado que estaba abandonado. Desde entonces, el predio, que dista unos cuatro kilómetros del Arena Corinthians, alberga un campamento de unas 4.000 personas que prometen resistir cualquier intento de desalojo.
Rio, paralizada
En Rio de Janeiro, sede de la final del torneo, una huelga de 24 horas de conductores y cobradores de ómnibus sumió a la ciudad en un verdadero caos, con casi 500 vehículos dañados y millares de personas varadas en el centro de la ciudad sin transporte para trasladarse.
Los huelguistas, que tomaron la medida por entender que el sindicato que los representa aceptó un ajuste salarial menor al que pretendía el sector, montaron barricadas para impedir que sus colegas que querían trabajar pudieran hacerlo, lo que llevó a las autoridades a disponer que efectivos de la policía militarizada, de la Guardia Municipal y del Batallón de Choque controlen las inmediaciones de las estaciones de colectivos, subte y trenes para evitar disturbios.
Otra ciudad sede del Mundial que fue escenario hoy de protestas es Belo Horizonte, donde manifestantes bloquearon dos trechos de una de las principales carreteras de acceso en demanda de mejoras en el transporte urbano.
También en la ciudad mundialista Curitiba, unas 500 personas que viven en asentamientos irregulares bloquearon una ruta federal para exigir viviendas dignas. El grupo montó barricadas incendiarias e interrumpió la circulación por la importante vía por cerca de dos horas. (DPA)