El ministro de Turismo, Gustavo Santos, confirmó ayer que más de dos millones de argentinos van a pasar sus vacaciones en Brasil, aunque también aclaró que se espera una "muy buen temporada" en los distintos destinos del país.
El ministro de Turismo, Gustavo Santos, confirmó ayer que más de dos millones de argentinos van a pasar sus vacaciones en Brasil, aunque también aclaró que se espera una "muy buen temporada" en los distintos destinos del país.
No es sólo por la belleza de sus playas, la gran devaluación del real fue clave a la hora de elegir Brasil para los más de dos millones de argentinos que ya contrataron paquetes turísticos para descansar en Brasil, según precisó Santos, haciéndose eco de cifras que maneja el ente de turismo brasileño (Embratur). Se espera que la mitad de esos veraneantes viajen a Florianópolis, la llamada "isla mágica" en el sur del país fronterizo.
"Con la devaluación del real en más de un 40 por ciento frente al dólar desde el año pasado, los argentinos han vuelto con toda la fuerza", evaluó hace unos días el titular de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles de Santa Catarina, Samuel Koch. Calculó que hasta el 20 de enero la ocupación hotelera será del 75 por ciento y que uno de cada cuatro turistas será argentino.
Las contrataciones anticipadas revelan la tendencia y que los viajeros se pusieron a cubierto de una devaluación que ya se descontaba.
No obstante, el ministro Santos cree que el nivel de turismo interno en el país seguirá siendo alto y que la merma con respecto al año pasado será baja. "A pesar de esta masiva elección de Brasil por tantos argentinos, vamos a tener un muy buen verano. Después de las elecciones, las reservas se han movido. Lo que estamos chequeando en los distintos puntos del país nos permite ser optimistas", se esperanzó.
En un intento de retener viajeros, el gobierno cordobés adelantó las promociones de las sierras e incentivó las reservas con tiempo. Desde las asociaciones hoteleras insistieron en que la cotización en dólares de Brasil, aun con la devaluación del real, las dejaba con posibilidades de competir. Con todo, admiten que habrá algún impacto a la baja.
"Vamos a tener un muy buen verano, no sé si excepcional como el del año pasado, pero sí uno muy bueno, que va a permitir que haya una actividad intensa en estos dos meses, que son tan importantes para el turismo", aseguró.
Parte de este panorama esperanzador se lo adjudicó a la unificación cambiaria. "Es una muy buena señal para el turismo y para el equilibrio de la economía, y va a traer racionalidad", observó.
En ese marco, Santos adelantó que se mantendrá el esquema de feriados y fines de semana largos dispuestos para el 2016, aunque en el futuro habrá modificaciones, a pesar de que en su momento, el ahora presidente Mauricio Macri había sido muy crítico con la proliferación de días no laborables dispuestos por la anterior administración. "No favorece a nadie", había considerado.
"Para mí, los fines de semana programados, es decir, aquellos feriados que caen entre semana y que pueden trasladarse al fin de semana, son positivos, porque hacerlo un miércoles o un jueves no altera nada, pero si se los traslada al fin de semana, esto produce actividad, sobre todo en el interior del país", consideró Santos. "Esta situación produce una fuerte transferencia de los sectores urbanos al interior, y esto favorece a las comunidades que viven casi exclusivamente del turismo", sostuvo.
Pese a ello, aclaró que "habrá que ver en las próximas planificaciones que no haya exageraciones que produzcan demasiada inactividad y afecten a otros sectores". Y llamó a lograr "un buen punto de equilibrio entre lo uno y lo otro para seguir desarrollando el turismo con esta modalidad que acompaña la nueva conducta del turista contemporáneo, que es salir por pocos días muchas veces al año".