Más de 300 personas resultaron heridas, nueve de gravedad, al hundirse una plataforma en pleno festival de música en la ciudad gallega de Vigo, un accidente que generó escenas de pánico y cuyas causas investigaban ayer las autoridades locales.
Más de 300 personas resultaron heridas, nueve de gravedad, al hundirse una plataforma en pleno festival de música en la ciudad gallega de Vigo, un accidente que generó escenas de pánico y cuyas causas investigaban ayer las autoridades locales.
Poco antes de la medianoche del domingo, un muelle de madera y hormigón ubicado al borde del mar se derrumbó de golpe cuando se encontraba repleto de espectadores, que acudían a ver el festival gratuito O Marisquiño, en la ciudad costera del noroeste de España. Al quebrarse el muelle, de unos 30 metros de largo y diez de ancho, las personas cayeron amontonándose unas sobre otras, mientras otros acabaron en el agua, generando momentos de pánico. La policía y los servicios de emergencia se movilizaron para "sacar a los chicos y chicas muy rápidamente", indicó a la televisión pública TVE el alcalde de Vigo, Abel Caballero.
En total, 316 personas heridas "fueron atendidas en los distintos dispositivos asistenciales", señaló el gobierno regional de Galicia en un comunicado.
"De ellos, en este momento ingresados tenemos a nueve, de los que consideramos que no hay riesgo vital, pero tienen carácter de gravedad, por fracturas, traumatismos craneoencefálicos, por neumotórax", precisó Jesús Vázquez Almuíña, consejero de Sanidad de Galicia, detallando que de ellos dos son niños.
"Gran parte de los afectados sufrieron heridas leves, como contusiones", señaló el encargado de sanidad regional.
Las autoridades se congratularon de que no se produjera ninguna víctima mortal. "Con el derrumbe y el desplome que hubo, pudo haber sido un accidente mucho más grave", subrayó el alcalde Caballero.
"Metimos buzos, una cámara térmica, porque yo estaba preocupado que alguien hubiese quedado atrapado allí abajo, pero afortunadamente no fue el caso", apuntó Caballero. Testigos y víctimas narraron a los medios locales los instantes de desesperación vividos. "El suelo bajó como un ascensor. Fue cuestión de cinco segundos. Se partió y caímos todos. La gente me caía encima. Me costaba salir. Intentaba salir y patinaba, mi pie quedó atascado, dentro del agua. Conseguí sacarlo. Un chico me dio la mano y salí", contó Aitana Alonso al diario Faro de Vigo.