Según el Ministerio del Interior de Francia, más de cien mil manifestantes se citaron en 137 protestas en varias ciudades, incluida París, para exigir "libertad" y contra el 'pase sanitario' y a la vacunación obligatoria de los trabajadores de la salud. Estos fueron algunos de los planes anunciados esta semana por el presidente Emmanuel Macron.
"Liberté", "Macron dictador". De norte a sur de Francia, las pancartas señalaron al presidente y a los valores nacionales. Y es que de Marsella a Lille, y de Montpellier a París, cerca de 114.000 personas salieron a manifestarse en todo el país contra las medidas "anti Covid-19" anunciadas hace cinco días por el mandatario. Entre estas está la vacunación obligatoria del personal de salud, además de la ampliación del 'pase sanitario', una especie de certificado "libre de Covid-19" exigido de cara a la reapertura de comercios y establecimientos. Sin él no se puede, por ejemplo, ingresar a lugares como restaurantes, centros comerciales o cines.
Unas medidas que parte de la población ha interpretado como positivas para combatir el aumento de las infecciones _este sábado Francia se mantuvo por encima de los 10.000 casos_, pero otra parte ha sentido como un veto a la libertad de elección de quienes no desean vacunarse. Que en Francia y en otras naciones europeas no son pocos.
El Ministerio del Interior francés reportó que en total se convocaron 137 manifestaciones, con París reuniendo hasta 18.000 personas sólo en una de tres marchas, en la plaza Beauvau. "Tenemos dudas sobre las vacunas contra el coronavirus, no es que pensemos que la Tierra es plana, pero no conocemos los efectos a largo plazo de estas vacunas fabricadas rápidamente y que Macron quiere imponernos", resume Rita, una ayudante de enfermería de 39 años, que participó en la marcha de Montpellier, donde, de acuerdo a la Prefectura, 5.500 personas ocuparon las calles.
Sobre el Viejo Puerto marsellés la cifra alcanzó los 4.250 manifestantes, algunos de ellos apuntando a las "ovejas" que se hacen vacunar y a las "malas informaciones" dadas por las cadenas de televisión, mientras que en Niza fueron 1.600, en Burdeos 1.200, en Toulouse 2.500 (con lemas como "no soy un código QR"), en Estrasburgo 2.800 y en Nancy 1.200.
Solo en Dijon, la policía hizo uso de gases lacrimógenos, aunque en la ciudad de Lyon hubo nueve detenidos en el marco de una marcha no autorizada, que reunió a cerca de 1.000 asistentes.
"No somos en absoluto unos anti-vacunas" clamaban los manifestantes, o una parte de ellos. En la capital, todos estos reclamos se oyeron en tres cortejos diferentes. En el primero, adornado con las banderas de Francia, se pudo ver al exnúmero 2 de la extrema derecha Frente Nacional Florian Philippot, así como a la diputada Covid-escéptica Martine Wonner, el cantante Francis Lalanne y hasta la exlíder de los 'gilets jaunes' ('los chalecos amarillos') Jacline Mouraud.
Antes de la manifestación, Nicolas Dupont-Aignan, presidente del grupo político "Debout la France", denunció en rueda de prensa "un abuso de poder sin precedentes" y un "golpe de Estado sanitario", en alusión a que sin el pase sanitario no se puede asistir a eventos o visitar a un menor en un hospital si no se está vacunado.
Al mismo tiempo, otras 1.500 personas alzaron su voz en el sur de París, en un grupo más caótico y vigilado por un cordón policial, pero con las mismas consignas que en el tercer cortejo de la plaza de la República: "Se busca la democracia de la República francesa, desaparecida el 12 de julio de 2021" o "No al 'pase sanitario', stop a la dictadura", eran las consignas.
"Solo queremos que cada persona tenga la libertad de decidir si se hace vacunar o no. Los test PCR deben seguir, hay que mantenerlos gratuitos", defendían Aurélie y Tiphaine, ambos en la treintena y empleados de un centro comercial.
"Estamos aquí por la reivindicaciones de los chalecos amarillos y las restricciones de las libertades. Esta es una ley liberticida que nos hace salir a la calle. Siempre hemos estado en la calle", sentenció el "chaleco" Jérôme Rodrigues.