La extrema sequía que azota a la provincia de Córdoba secó los ríos que atraviesan distintos puntos turísticos y obligó a las municipalidades de Villa Carlos Paz y de Alta Gracia a declarar la emergencia hídrica que las faculta para pedir a los vecinos que moderen el consumo de agua potable.
El “alerta rojo” decretado por el municipio de Villa Carlos Paz restringe el agua solo para consumo humano, prohibiéndose cualquier otro uso como el riego de parques y jardines, llenado de piletas, lavado de veredas y patios y lavado de autos.
La sequía complicó el caudal del río San Antonio que no alcanza para abastecer la planta de Cuesta Blanca que es la que sirve a la zona de Punilla; por eso la Municipalidad de Villa Carlos Paz autorizó a captar agua desde Los Chorrillos y, aunque es “filtrada y clorada adecuadamente” las características no son las habituales. Por eso la Cooperativa San Roque, encargada del servicio, advirtió que es “agua corriente no apta para consumo humano”.
El sitio Infobae, por su parte, desplegó un drone sobre la zona y titulo: “Las impactantes imágenes de la sequía que afecta el suministro de agua de los habitantes de Villa Carlos Paz” afirmando que “los ríos no tienen agua y las canillas de las casas tampoco”.
“La zona lleva un mes sin lluvias, permitiendo a los residentes cruzar el afluente a pie” señaló Infobae.
El San Antonio y el Cosquín son los ríos más importantes que nutren al dique San Roque, pero ambos reciben agua de otras corrientes que tienen como “gran almacén” las propias sierras, ya que no hay diques aguas arriba. Una situación similar de compleja atraviesa el Valle de Paravachasca, servido por el río Anisacate, que tiene como ciudad cabecera Alta Gracia.
El subsecretario de Agua y Sanamiento de Villa Carlos Paz, Roberto Cotti, sostuvo que las inversiones realizadas les permite “maniobrar el sistema de alertas de diferentes formas; estamos repartiendo la pobreza”, según reprodujo el diario La Nación en su edición online.
La referencia es a que la instalación de válvulas en diferentes lugares determina la gestión de la presión del agua. Según sus datos, el consumo de agua está 40% por debajo del habitual.
En el caso de Alta Gracia, el intendente Marcos Torres explicó a la corresponsal de La Nación que “la situación es inusual y extraordinaria. La falta de lluvias continuadas en el tiempo y lo que se esperaba con la corriente de El Niño lamentablemente no llega y el río (Anisacate) fue bajando a niveles alarmantes y eso hace que ingrese mucho menos caudal nuestra planta”. En Potrero de Garay (a 30 kilómetros de Alta Gracia) ya comenzaron los cortes programados.
Santiago Reyna, docente de Hidráulica de la Universidad Nacional de Córdoba, explicó a La Nación que Villa Carlos Paz no toma agua del dique San Roque sino del río San Antonio que llega a la planta de Cuesta Blanca. “Los mayores inconvenientes hoy están en zonas que reciben el agua de embalses naturales, como son las propias sierras —dijo—. Villa Carlos Paz es una ciudad con mucha población y hay poco volumen; lo mismo corre para las localidades intermedias y, en otra región, en Alta Gracia”.
Insistió en que, por el momento, la ciudad capital, Córdoba, no está en riesgo porque el dique San Roque es “enorme”. Llegado el caso, “hay muchos pasos para recorrer, como disminuir el consumo, pasar a distintos niveles de alerta” aunque reconoció que “no es fácil recortar el consumo humano”.
El experto subrayó que se está en presencia de un “evento anómalo” producto de que la provincia viene de una sequía “prolongada de tres años” que tiene como base el calentamiento global. En esta región las lluvias son, habitualmente, entre este mes y marzo, pero las registradas hasta ahora son débiles para la necesidad existente.