Los médicos definen cinco señales de alerta de ataque cerebral
El informe de la Asociación Argentina de Ataque Cerebral (AAC) precisó que debe
evaluarse la necesidad de consultar al médico, si se siente en forma reiterada un lado
débil del cuerpo, dormido o paralizado o persisten los problemas de confusión al hablar o
entender. También, debe tenerse en cuenta si no se ve bien o se sufre de cegueras repentina,
si existen problemas para caminar o alteración del equilibrio y si se sufren fuertes dolores
de cabeza.
4 de abril 2009 · 11:57hs
Buenos Aires- Las cinco señales de alerta que deben tenerse en cuenta
para prevenir la aparición de un ataque cerebral o stroke fueron consensuadas por médicos de
la Asociación Argentina de Ataque Cerebral (AAC), con el objetivo de evitar o prevenir
el avance de la enfermedad, que afecta al cuerpo y la mente.
El consenso médico será presentado en el Simposio Internacional
Simi-Stroke 2009 que se desarrollará el 17 de abril en el Sheraton Hotel de la ciudad de
Buenos Aires y sintetiza los síntomas que hay que tener en cuenta, para reconocer un
posible ataque cerebral.
El informe de la AAC precisó que debe evaluarse la necesidad de consultar
al médico, si se siente en forma reiterada un lado débil del cuerpo, dormido o paralizado o
persisten los problemas de confusión al hablar o entender.
También, debe tenerse en cuenta si no se ve bien o se sufre de cegueras
repentina, si existen problemas para caminar o alteración del equilibrio y si se sufren
fuertes dolores de cabeza.
El neurólogo Pedro Lylyk, presidente de la AAC, sostuvo que “la
evidencia demostró que no todos los eventos vasculares cerebrales son iguales, y que existe
un tiempo fisiológico para cada paciente”.
Por eso, el especialista evaluó que “debe tomarse con celeridad a
cada caso y a través de las nuevas metodologías de diagnóstico, evaluar las posibilidades de
tratamiento en cada situación”.
Por su parte, el especialista Antonio Culebras opinó que también debe
“realizarse un tratamiento sostenido de la apnea del sueño para bajar el riesgo de
complicaciones vasculares, además de mejorar la calidad de vida y reducir la
somnolencia”.
Los desórdenes de respiración más frecuentes durante el sueño se
relacionan con el síndrome de apnea obstructiva, asociada generalmente con el
ronquido.
La prevalencia de la apnea del sueño en la población se estima entre un 2%
en las mujeres y un 4% en los varones.
La apnea del sueño eleva la presión arterial, incrementa el riesgo de
enfermedades cardiovasculares y cerebrales, provoca excesiva somnolencia y disminuye la
calidad vida.
Mediante la polisomnografía es posible diagnosticar la apnea del sueño,
para poder comenzar a utilizar dispositivos de presión de aire. (Télam)