¿Fue un opresor o un libertador? ¿Feminista en bata de seda o explotador que fuma pipa? Las opiniones tras la muerte de Hugh Hefner—fallecido el miércoles pasado a los 91 años— sobre lo que hizo, y no hizo, por las mujeres son muy encontradas.
¿Fue un opresor o un libertador? ¿Feminista en bata de seda o explotador que fuma pipa? Las opiniones tras la muerte de Hugh Hefner—fallecido el miércoles pasado a los 91 años— sobre lo que hizo, y no hizo, por las mujeres son muy encontradas.
Por un lado, están aquellos que ven a Hefner vistiendo mujeres con traje de conejitas, con todo y orejas y rabo, o mostrándolas desnudas en su revista como una simple subyugación al sexo femenino, sin importar lo impecable y suave de la envoltura que las rodea. Pero por otra parte están aquellos que sienten que el fundador de Playboy estuvo realmente al frente de la revolución sexual, llevando la sexualidad al centro del debate colectivo al apoyar la causa del feminismo con su postura, especialmente en temas como el aborto.
"Es asqueroso"
"Creo que es asqueroso", dijo la autora feminista Susan Brownmiller, sobre los elogios que ha visto en las redes sociales desde la muerte de Hefner el miércoles a los 91 años. "Incluso algunos de mis amigos de Facebook están siguiendo la idea de que apoyaba el aborto, de que apoyaba los derechos civiles. Sí, él estaba a favor del aborto, (porque) si convences a tu novia de abortar después de que se embarazó, ¡no tienes que pensar en casarte con ella! Ese era su punto".
Lo más ofensivo para Brownmiller era que Hefner igualara la palabra "feminista" con "anti-sexo".
"No era que nos opusiéramos a la liberación de la moralidad sexual", dijo sobre las feministas de los años 60s. "Pero la idea de que convirtiera a las mujeres en conejitas, con esas orejas ... esa era la parte horrorosa".
Brownmiller confrontó a Hefner hace casi medio siglo en el programa de entrevistas de Dick Cavett al decirle en su cara: "Hugh Hefner es mi enemigo". Hefner, sorprendido, sólo alcanzó a jugar con su pipa mientras ella agregó: "El día que esté dispuesto a venir aquí con un rabo de algodón pegado a SU trasero...", entonces el público se encendió.
Brownmiller atribuyó algunos de los homenajes a Hefner en parte a "una tradición estadounidense que dicta decir cosas agradables sobre los fallecidos".
Para Kathy Spillar, editora ejecutiva de Ms. Magazine, los elogios son resultado de algo más profundo: décadas de una estrategia de relaciones públicas de parte de Playboy para blanquear lo que calificó como un imperio dedicado a la subyugación de las mujeres.
"Desde el comienzo trataron de venderlo como la liberación de las mujeres", dijo Spillar, quien también dirige Feminist Majority Foundation. "E hicieron esfuerzos enormes a lo largo de los años para ponerse en contacto con grupos por los derechos de las mujeres".
Pero no había nada liberador en ello, agregó Spillar: "Esas fotografías de mujeres definitivamente no son empoderadoras para ellas. Están ahí para el placer de los hombres".
"El estaba en lo correcto en una cosa", admitió Spillar. "El sexo vende, pero le vende a los hombres y poner a las mujeres en esos horribles trajes sobre los que escribió Gloria Steinem. Hablando de acoso sexual y de un ambiente de trabajo hostil", dijo al referirse al famoso artículo que la joven Steinem escribió encubierta al recibir entrenamiento para ser una conejita de Playboy en un club de Nueva York, con todo y su traje de conejita.
"Conejitas feministas"
Pero obviamente Hefner lo veía muy distinto. "La verdad del asunto es que las conejitas eran feministas prefeministas", dijo Hefner a Associated Press en 2011. "Ellas eran realmente el comienzo de las mujeres independientes. Las conejitas ganaban más dinero que sus padres y sus esposos en muchos casos. Esa era una revolución".
Para Kathryn Leigh Scott, quien fue conejita en un club de Nueva York, gran parte de lo que dijo Hefner es verdad. Scott fue entrenada para ser conejita en enero de 1963, a los 19 años, junto con otras seis conejitas, una de ellas era Steinem. Dijo que se divirtió y ganó bastante dinero. Después escribió un libro: "The Bunny Years", para contrarrestar la visión que Steinem puso en su artículo.
"No me sentí explotada", dice Scott ahora. "De hecho sentía que estaba explotando a Playboy, porque estaba ganando muy buen dinero en un ambiente muy seguro, definitivamente un ambiente más seguro que en el que trabajaban mis amigos entonces".
¿Hefner apoyó o explotó a las mujeres? Scott dijo que puede ver ambos lados de la moneda. "Pero cuando piensas en lo que hizo para apoyar el caso de Roe contra Wade, por ejemplo, y los derechos civiles y lo que sé de su trato conmigo, hizo mucho para ayudar a las mujeres", dijo.
El caso Roe contra Wade reconoció el derecho al aborto inducido en Estados Unidos.
Tras la muerte de Hefner, muchas celebridades tuitearon mensajes positivos. "Gracias por ser un revolucionario y cambiar la vida de tanta gente, especialmente la mía", escribió la personalidad de televisión y ex modelo de Playboy Jenny McCarthy. "Perdimos a un verdadero explorador, un hombre que tenía un agudo sentido del futuro", escribió el productor y escritor Norman Lear. "Aprendimos mucho de usted señor Hefner".
Para la autora feminista y bloguera Andi Zeisler, la verdadera pregunta es por qué se ha reconocido tanto a Hefner.
"Ha recibido una cantidad desproporcionada de reconocimiento por la revolución sexual", dijo Zeisler, fundadora de la organización sin fines de lucro Bitch Media. "Fue una confluencia de factores. El no tuvo nada que ver con el desarrollo del anticonceptivo oral, que yo podría argumentar fue el principal propulsor de la revolución sexual en la que las mujeres estaban involucradas".
"Creo que podemos decir que si Hugh Hefner apoyaba cualquier cosa progresist era porque también beneficiaba a los hombres blancos", dijo Zeisler.
En cuanto a Steinem, quien usó brevemente su traje de conejita en los años 60, prefirió no hacer comentarios tan cerca de la muerte de Hefner.
"Es momento de obituarios", escribió vía correo electrónico. "No es momento de decir la verdad. La gente tendrá libertad de hacerlo ahora, pero eso será después".