Matt Barnes y Derek Fisher fueron compañeros y muy buenos amigos en Los Angeles Lakers entre 2010 y 2012, pero hoy son enemigos irreconciliables. El motivo: una mujer.
Matt Barnes y Derek Fisher fueron compañeros y muy buenos amigos en Los Angeles Lakers entre 2010 y 2012, pero hoy son enemigos irreconciliables. El motivo: una mujer.
Barnes, actual jugador de Memphis Grizzlies, y Fisher, entrenador de New York Knicks, se pelearon a mano limpia el sábado en Los Angeles, cuando el primero se presentó en casa de su ex mujer, Gloria Govan, que ahora mantiene una relación con Fisher. Tras una discusión subida de tono, comenzó el intercambio de golpes que no derivó en lesiones de gravedad.
Fisher había viajado a Los Angeles aprovechando el domingo libre que había dado a sus Knicks. Allí fue a casa de Govan donde ambos ofrecieron una pequeña fiesta a amigos. Enterado de ello, Barnes abandonó la concentración de los Memphis Grizzlies en Santa Bárbara y, tras conducir unos 150 kilómetros, se presentó en casa de su ex mujer, conocida en Estados Unidos por haber sido una de las protagonistas del reality Basketball Wives (Esposas del baloncesto). Una vez allí se produjo el incidente entre los dos ex compañeros de los Lakers.
Fisher no mostraba rastros de haber participado en una pelea cuando volvió a dirigir a los Knicks el martes. El técnico, que llegó a Nueva York más tarde de lo previsto alegando problemas de vuelo, explicó a su staff que había estado en Los Angeles visitando a sus hijos. Fisher pidió el divorcio de su mujer, Candace, el pasado mes de marzo.
Fisher no quiso abordar el tema. “Los asuntos privados son privados. Obviamente somos personajes públicos pero ahora estamos trabajando. Por eso, no comentaré nada que haya pasado en mi vida privada a nivel personal”, dijo el técnico al ser consultado sobre el incidente.