Elon Musk realizó modificaciones en la red social y los usuarios manifestaron su descontento.
El empresario Elon Musk defendió este miércoles los severos recortes de costos aplicados en Twitter al sostener que lograron reparar sus adversas finanzas y salvarlo de una crisis terminal, mientras busca quien lo sustituya al frente de la red social, aunque aún no está claro si, efectivamente, desea desprenderse de ella.
En un foro de chat en vivo el magnate sudafricano dijo que, sin los cambios, incluido el despido de más de la mitad de los empleados, la compañía habría perdido U$S 3 mil millones al año.
“No es bueno ya que Twitter tiene U$S 1.000 millones en efectivo. Es por eso que pasé las últimas cinco semanas recortando costos como un loco”, alegó en Twitter Spaces, una función de la plataforma que compró por U$S 44.000 millones.
“Si... lo estás viendo desde mi punto de vista... básicamente, estás en un avión que se dirige hacia el suelo a alta velocidad con los motores en llamas y los controles que no funcionan”, comparó.
Musk ponderó sus políticas después de tuitear que estaba buscando un nuevo director general lo suficientemente “tonto” para reemplazarlo. Dijo que luego limitaría sus tareas a llevar adelante los equipos de software y servidores.
Esto ocurrió después de que preguntara en una encuesta de Twitter si debía permanecer como director general de la compañía y el 57% de los usuarios votara que debía renunciar.
No es la primera vez que utiliza los sondeos de Twitter para tomar decisiones en la plataforma: ya lo hizo por ejemplo con el restablecimiento de la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump.
A poco de convertirse en propietario, Musk despidió a aproximadamente la mitad de su fuerza laboral de 7.500 personas.
Esto generó rumores de que la empresa no tenía suficiente personal para llevar a cabo las tareas de moderación del contenido, a la vez que también surgieron cuestionamientos de gobiernos y anunciantes, reseñó la agencia de noticias AFP.
Musk replicó que su estrategia estaba dando resultados y que, al reducir de forma radical los costos y aumentar los ingresos de los suscriptores, ahora creía que “Twitter estará bien el próximo año” y alcanzará el punto de equilibrio.
El jefe de Tesla y SpaceX agregó que entendía que los anunciantes tuvieran miedo de gastar en su plataforma, pero culpó de su cautela a las malas perspectivas económicas y no a las preocupaciones sobre la moderación del contenido.
Agregó que el nuevo servicio de suscripción de ocho dólares por mes para verificar las identidades de los titulares de las cuentas, llamado Twitter Blue, ayudaría a compensar la diferencia.
“De lo contrario, ¿cómo pagaremos la factura del servidor?”, cuestionó Musk, quien precisó que el hardware de Twitter cuesta alrededor de U$S1.500 millones al año.