Un equipo de investigadores cordobeses descubrió cómo hace el parásito Giardia
lamblia para evadir el sistema inmunitario de las personas afectadas, a través de un repertorio
cambiante de disfraces de proteínas. Ese parásito es responsable de la mayoría de los casos de
diarrea en los países en desarrollo.
Hugo Luján, especialista y director del equipo del Laboratorio de Bioquímica y
Biología Molecular de la Universidad Católica de Córdoba, explicó que el Giardia lamblia utiliza
proteínas para recubrirse gracias a que en sus genes el parásito tiene la información de unos 200
tipos de proteínas para usar de caparazón en forma alternativa según se reproduce.
Ello implica que cuando el sistema inmunitario descubre al intruso y crea las
defensas para eliminarlo, el parásito cambia su protección de proteínas.
"El sistema inmunológico descubre que los bichos de traje rojo son malos y hay
que eliminarlos. Pero estos parásitos tienen la capacidad de cambiar el traje por uno verde",
explicó Luján. El especialista señaló al diario La Voz del Interior que "hasta que el sistema
inmunitario descubre que ahora el intruso usa traje verde, el parásito lo cambió por uno azul".
Los investigadores explicaron que la información contenida en el ADN de los
genes es utilizada por un ácido ribonucleico mensajero (ARNm) para sintetizar proteínas, mientras
que lo que hace el ácido ribonucleico de interferencia (ARNi) empleado por el parásito es destruir
al mensajero, justamente para evitar la síntesis de proteínas.
Destruye mensajeros. Además, Luján señaló que "lo que hace el ARNi en Giardia es
destruir todos los ARN mensajeros de las 200 proteínas cobertoras a excepción de una, que sería el
caparazón. Es un importante gasto energético, pero que le permite sobrevivir". Este sistema de
variación antigénica también lo tienen parásitos más mortales como el de la malaria, la enfermedad
del sueño y el mal de Chagas.
"Estamos dando una idea, un camino para que se desarrollen vacunas contra estos
parásitos", dijo Luján.
El paso siguiente fue bloquear las enzimas y descubrir que los parásitos
expresaban las 200 proteínas a las vez. Luego, infectaron roedores con parásitos que expresaban
todas las proteínas y los curaron, pero cuando quisieron volver a infectarlos descubrieron que los
animales ya habían generado los anticuerpos necesarios para atacar al parásito Giardia lamblia.
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