Dos días antes de volar hacia Estados Unidos, el Papa Benedicto XVI pidió ayer
ante los creyentes congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano que recen por un viaje
exitoso. Mientras judíos y reformistas católicos se mostraron críticos con la visita.
La visita a EEUU comenzará mañana y durará seis días. El programa incluye un
encuentro con el presidente, George W. Bush, un discurso ante las Naciones Unidas y una visita a la
Zona Cero, donde se cometieron los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en Nueva
York. Además, el Pontífice visitará una sinagoga en Nueva York y hablará con representantes
judíos.
En tanto, el recién inaugurado estadio de béisbol de los Nationals de Washington
se está transformado en una inmensa capilla donde el Papa oficiará una misa, a la que se prevé
asistan 47 mil fieles, el próximo jueves.
Intercesión. El Consejo Central de los Judíos criticó duramente a Roma y exigió
a la Iglesia Católica que retire la controvertida intercesión por los judíos de la modificada
oración del Viernes Santo de la misa en latín.
El Papa incluyó en su intercesión la frase de que Dios quiere "iluminar el
corazón de los judíos para que reconozcan a Jesucristo, el Salvador de todos los hombres".
"La reformulación de la intercesión es una expresión de menosprecio a la
religión judía, contradice una teología tolerante, y es peligrosa", dijo la presidenta del Consejo
Central Judío, Charlotte Knobloch
En tanto, el Movimiento Internacional Reformista Somos Iglesia consideró el
viaje papal como una prueba de fuego de sus capacidades políticas y pastorales.
"El Papa debe encontrar las palabras y gestos para enfrentar los retos
actuales", dijo Raquel Mallavibarrena, dirigente de la entidad. También debe evitar sin falta
"deslices" como en mayo de 2006 en Auschwitz ante los judíos, en septiembre de 2006 en Ratisbona
frente al Islam y en 2007 en Brasil frente a los aborígenes.
Amenazas. "El Papa está tranquilo ante el viaje, a pesar de las amenazas del
extremismo islámico", afirmó ayer el Secretario de Estado vaticano, cardenal Tarciso Bertone.
"Las amenazas existen", reconoció Bertone. En marzo, un mensaje atribuido a
Osama Bin Laden acusó al Papa de "liderar una nueva cruzada contra el islam". l (Télam y AP)
La gira incluye misas en grandes estadios de béisbol y una polémica reunión con el
presidente Bush