Con más de 9.000 personas y cerca de un centenar de aeronaves, Chile montó un inédito operativo de emergencia desde ayer para combatir los peores incendios forestales de su historia, que ya han arrasado cientos de miles de héctareas.
Con más de 9.000 personas y cerca de un centenar de aeronaves, Chile montó un inédito operativo de emergencia desde ayer para combatir los peores incendios forestales de su historia, que ya han arrasado cientos de miles de héctareas.
Más de 4.500 bomberos voluntarios y bomberos forestales, unos 4.600 militares, policías y funcionarios públicos, se enfrentan a los voraces incendios que ya han destruido cerca de 480.000 hectáreas en poco más de una semana en siete de las 15 regiones del país, informó ayer la presidenta Michelle Bachelet.
Unos 24 aviones, 45 helicópteros y 124 camiones cisternas fueron movilizados por el gobierno y empresas privadas para combatir los siniestros. Se espera además la llegada para hoy de un avión ruso con capacidad de 42 toneladas de agua para que se una a las labores de combate del fuego.
Los aviones lanzan a diario alrededor de 980.000 litros de agua a los focos de incendio, según datos del gobierno.
La cifra de víctimas fatales por el siniestro se mantiene en 11, mientras que 2.025 personas han sido albergadas, 3.270 resultaron damnificadas y 1.089 viviendas fueron destruidas por estos voraces incendios.
En medio de la emergencia, más de 35 personas han sido detenidas acusadas de haber tenido alguna responsabilidad en el inicio y propagación de estos incendios.
Las regiones más golpeadas por las llamas son las de OHiggins, Maule, Biobío y La Araucanía, donde se concentra un importe sector agrícola, ganadero y de plantaciones de monocultivos de propiedad de grandes empresas forestales.
Pérdidas
El gobierno afirma que las pérdidas económicas son incalculables, y teme además que el perjuicio a la fauna y flora de las zonas afectadas sea considerable e irreversible.
Empujados por fuertes vientos, altas temperaturas y una sequía que arrecia desde hace 8 años, los incendios avanzan sin control desde el centro al sur del país. Aún 110 focos ígneos se mantienen activos; de ellos, 49 fueron controlados, 60 se encuentran en combate y uno extinguido, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Más de 100 brigadistas argentinos especializados en incendios forestales trabajarán en la zona de Alhué, unos 85 kilómetros al sur de Santiago de Chile, donde "el fuego se extiende por 7.600 hectáreas", dijo Martín Torres, coordinador de la misión argentina de Cascos Blancos, un organismo de ayuda humanitaria que depende de la Cancillería y que ya se encuentra en la zona de desastre.
Torres dijo que la situación "es complicadísima por la expansión del fuego en un terreno con una geografía y vegetación específica, por eso, los profesionales argentinos son especialistas en incendios forestales".
El coordinador detalló que viajaron a Santiago de Chile 37 bomberos de Santa Fe y de la Policía Federal argentina con equipamiento específico para combatir incendios, y otros 61 desde Córdoba con autobombas. Mañana se completará el contingente argentino con personal de la Cuarta Brigada Forestal de Parques Nacionales.